El último tramo en entrar en servicio de la red de alta velocidad del eje atlántico será el de Vigo. El horizonte de 2013 para que esté en funcionamiento el acceso a la nueva estación de Urzáiz es consecuencia directa de todo lo que el Ministerio de Fomento tiene por hacer, tanto desde el punto de vista constructivo como desde el administrativo.

Los trenes de alta velocidad llegarán mucho antes a Santiago y a A Coruña, en lo que ser refiere a la red del eje atlántico, que unirá la ciudad herculina con la olívica. Los plazos se desprenden del propio calendario de obras con que trabaja el ministerio, y han sido confirmados, en las últimas horas, por los expertos del sindicato ferroviario de UGT.

Así, mientras entre A Coruña y Santiago hay tramos que ya están en servicio -son utilizados con un considerable ahorro de tiempo por los trenes convencionales- y los demás en obras, en el acceso a Vigo desde la avenida de Buenos Aires ni siquiera se han aprobado ni el convenio de financiación ni el proyecto de obra.

La marcha de las obras en el norte hace posible que la comunicación entre Santiago y A Coruña con alta velocidad esté lista en el año 2011 como muy tarde. En Vigo, todo apunta a que la vía estará operativa, en el mejor de los casos, en el año 2013, es decir al menos dos años después.

Convenio

Mientras todo el eje atlántico se encuentra ya en fase de ejecución o de licitación de obra, en el último, el que da acceso a Vigo, ni siquiera se ha aprobado el proyecto de obra, aunque el Ministerio de Fomento insiste en que está "en fase de redacción".

Paralelamente, el convenio que habrán de suscribir el Concello, la Xunta y el propio ministerio, para la financiación de las obras complementarias de los 2,4 kilómetros de integración en la ciudad no tiene tampoco fecha. Pese a que las partes afectadas restan importancia a esta demora -alegan que mientras no se apruebe el proyecto no hay prisa-, no se sabe cómo se hará frente al pago de dichas obras.

Renfe se hará cargo exclusivamente de la obra de la vía, que será soterrada y a una cota inferior a la actual desde el puente de San Lorenzo hasta la estación de Urzáiz, para facilitar la posterior salida sur. Precisamente esta solución llevará consigo un recorte en la altura -la luz, según los expertos- del mencionado puente. Una obra que llevará también su tiempo.

De esta forma, si el proyecto de obra se aprueba este año, la licitación se puede acometer a continuación y la construcción podría iniciarse a mediados de 2009, siempre que se cumplan los plazos de Fomento, algo que los expertos de UGT ponen en duda.

No obstante, antes de que se inicie la construcción de la nueva vía habrán de trasladarse la actuales instalaciones de la estación, tanto la terminal de pasajeros -que se ubicará en Guixar- como los talleres, que se situarán en Redondela. "Estas operaciones se pueden hacer en un unos tres o cuatro meses", señalaron los responsables del sindicato ferroviario.

Más tiempo llevará la construcción de la nueva estación, que sustituirá al actual edificio. Una obra para la que el Concello debe firmar otro convenio urbanístico con Vialia, empresa del grupo de Renfe.