Su principal cometido es velar por la seguridad de los conductores que circulan por vías municipales, pero los radares y el multamóvil se han revelado además como una herramienta muy lucrativa para el Concello. En los tres últimos ejercicios, el consistorio recaudó 18 millones de euros procedentes de las multas de tráfico.

La partida ha ido creciendo de forma imparable. La memoria económica del año 2007 contabiliza la entrada de 7,8 millones correspondientes a infracciones del código de circulación en la ciudad, un 62,5 por ciento más de lo ingresado por este mismo concepto en 2005 (4,8 millones) y un 44,6 por ciento más que en 2006 (5,4 millones).

Este considerable repunte tiene vinculación directa con la puesta en marcha del impopular multamóvil, a principios de 2006, y la instalación de tres radares fijos el 2 de octubre del pasado año, disparando así el número de multas durante el último trimestre de 2007, que cerró con dos millones y medio de euros por encima de lo recaudado el año anterior. No obstante, dado que la mayoría de los conductores fueron cazados entre los meses de octubre y diciembre, el Gobierno local sólo ingresó por ahora 4,2 millones, teniendo pendiente de cobro otros tres millones y medio.

Las medidas implantadas para controlar el tráfico y los estacionamientos en zona ORA representan actualmente un buen pellizco para la corporación local, que a los 7,8 millones de euros que le reportaron las multas en 2007 debe sumar otro millón que pagaron los ciudadanos después de que la grúa retirase sus vehículos de zonas prohibidas, carga y descarga, doble fila o plazas para minusválidos.

En conjunto, suman casi nueve millones de euros en tasas relacionadas con el tráfico, una partida similar a los 9,2 que le reporta a las arcas municipales el servicio de recogida de basura a domicilio -gravado con una tasa anual obligatoria a todas las viviendas-, y el doble de lo que ingresa el Concello en concepto de Impuesto sobre Construcciones, un tributo que debe pagar el promotor -particular o empresa- de toda construcción, instalación u obra que para su ejecución precisa una licencia municipal.

Con los datos en la mano, la rentabilidad de los radares y el multamóvil está fuera de toda duda y se reforzará esta misma semana con la puesta en marcha del segundo vehículo municipal equipado para poner multas dentro del casco urbano. Tras varios meses parado sin conductor, el concejal de Tráfico, Xulio Calviño, espera que empresa y sindicatos llegan a un acuerdo en cuestión de días.

Denuncian a la Xunta ante el Tribunal Superior de Galicia por permitir patrullar al "vision car" sin homologación

La puesta en marcha del primer multamóvil (también llamado vision car) trajo de cabeza a la corporación viguesa, que apenas un año después de estrenarlo fue condenada a devolver más de 10.000 euros en multas declaradas nulas por los juzgados. Detrás de la mayoría de las denuncias estaba la recientemente constituida plataforma de afectados por el multamóvil, que contaba y cuenta con el respaldo del bufete vigués Motor&Iuris.

Tras varios meses de "baja" para realizar reformas, el vehículo regresó a las calles con un equipo mejor dotado tecnológicamente y cuyos ocupantes notificaban la multa a los infractores en el momento en que se le imponía, motivo por el que desde mediados del pasado año es el Concello el que ha ganado casi todos los juicios, contribuyendo así al ya mencionado aumento de la recaudación por multas.

Las primeras denuncias incidían en la no homologación del vehículo para pedir la retirada de las sanciones, pero después de las mejoras acometidas, la estrategia de los abogados cambia de rumbo. Uno de los socios de Mo&Iuris, Abraham Tenoira, avanza que en los próximos diez o quince días la plataforma "elevará la denuncia al Tribunal Superior de Xustiza y, en esta ocasión, la denunciada será la Xunta por inactividad, al permitir que el vehículo se pusiese en marcha pese a no estar homologado por el Laboratorio de Metrología de Galicia", por el que deben pasar todos los radares para validarse e instalado en el Parque Tecnológico de Galicia, en Ourense.

Espectacular subida de las sanciones urbanísticas

Al igual que ocurrió en el último ejercicio con las multas de tráfico, el presupuesto de la Gerencia de Urbanismo revela una espectacular subida de la recaudación procedente de sanciones en materia urbanística durante 2007. Las multas relacionadas con el patrimonio y los proyectos de construcción en Vigo dibujan una errática trayectoria, cayendo desde los 140.330 euros ingresados en el año 2005 a los 58.360 de 2006, ejercicio al que siguió un histórico incremento hasta los 324.720 euros de 2007, un 131 por ciento más que dos años antes.

Como ocurre con los ingresos derivados de sanciones, también subió, aunque en menor medida, la partida correspondiente a tasa por licencias de obras, que pasó de 1,3 millones en 2005 a 1,9 el pasado año, un 38,5 por ciento más en dos años que contradice la ligera bajada experimentada por el impuesto sobre construcciones, que reporta anualmente al Concello cinco millones de euros. La caída del 14,9 por ciento de este gravamen se relaciona con la bajada de un 19 por ciento sufrida por los visados de vivienda nueva expedidos durante 2007 por la delegación viguesa del Colegio de Arquitectos debido a la crisis.