El segundo complejo deportivo más grande de Vigo -con permiso del campus, dirigido a la comunidad universitaria; y las instalaciones del Mercantil, privadas-, duerme el sueño de los justos en la ETEA. El convenio que firmarán Xunta, Zona Franca y Concello para construir la Ciudad del Mar junto con espacios de ocio, náutica y viviendas, otorga al Ayuntamiento la propiedad del pabellón polideportivo con piscina, el campo de fútbol y las canchas. Sólo As Travesas cuenta con más medios. La oferta de la antigua escuela militar, con una superficie para usos deportivos de 17.000 m2, la coloca por delante de los otros dos complejos municipales: Balaídos, -con la salvedad del estadio, para uso del club de fútbol-; y Samil.

La espera para utilizar el complejo, que los vecinos de Teis demandan desde hace años, aún será larga. El recinto militar fue cerrado y desmantelado en julio de 2002, y desde entonces toda la zona carece de mantenimiento. El deterioro ha ido en aumento. El campo de fútbol es pasto de la maleza; la piscina, una de las mejores de Vigo, se encuentra muy degradada y carece de losetas en muchas zonas; Defensa se llevó todo el material del gimnasio; y la madera de la pista polideportiva está levantada. Además, el pabellón tiene goteras, y será necesario hacer un examen a fondo sobre el estado de su enorme estructura.

El gran edificio polideportivo tiene, por otra parte, capacidad para aumentar su oferta de especialidades deportivas. Defensa dejó sin concluir las plantas inferiores, que están lóbregas. Allí se proyectaban frontones, y de hecho ya existe la estructura.

Retrasos

Cuando Zona Franca planificó un complejo lúdico, de ocio, comercial y náutico en la ETEA, hace cinco años, parecía próxima la cesión del espacio deportivo a la ciudad. El Consorcio, a cambio de la recalificación urbanística, se había comprometido a traspasarlo al Concello, y estimó que en 2005 los vigueses podrían hacer deporte en las privilegiadas instalaciones. El actual gobierno de la Xunta, sin embargo, consideró la ETEA el lugar idóneo para la Ciudad del Mar. Tras meses de negociaciones con Zona Franca, el acuerdo está a punto de cerrarse. El Concello tendrá que correr con el coste de las reparaciones.