El alquiler de pisos viven un auténtico boom en la ciudad. El arrendamiento se ha convertido en el último eslabón de una cadena de dificultades para acceder a la vivienda, sobre todo para los jóvenes. Pero los precios también se han disparado hasta el punto de que los expertos hablan de incrementos de hasta el 15%.

El freno en la compra de pisos por la recesión económica y la incapacidad de los jóvenes de soportar las hipotecas está detrás de este fenómeno. "Casi un 40% de la gente joven se echa para atrás cuando les hacemos el estudio hipotecario", asegura un agente inmobiliario. "Ahí vemos que reculan, al analizar cuánto pueden llegar a pagar de hipoteca", asegura. En la misma inmobiliaria -de venta y alquiler- constatan que apartamentos y pisos pequeños cada vez se alquilan antes.

Como rosquillas. "Sólo me queda uno", asegura la comercial de una agencia cuyas oficinas están ubicadas precisamente en las calles con precios más asequibles (Sanjurjo Badía -Teis- y Chapela -parroquia de Redondela limítrofe con Vigo-). Y cuanto más se solicitan, más suben los precios.

Algunas inmobiliarias sitúan entre un diez y un quince por ciento la subida de precios en las rentas mensuales este año. Pero cuando se les pregunta por qué, dirigen la vista hacia los propietarios. Encontrar una vivienda en buenas condiciones de habitabilidad, con dos dormitorios y garaje es prácticamente imposible por debajo de los 500 euros. El alquiler una vivienda de este tipo varía entre los 450 y los 900 euros, dependiendo de la zona, según las agencias consultadas (Alfa Vigo Inmobiliaria, La llave, Agencia Melero, "A vivenda" comercial, Cardi Casa y Gistmark Brokers).

Saber cuánto paga al mes un inquilino es una cuestión que depende en gran medida del lugar en el que habite. La milla de oro constituye una zona "vip" por los actuales precios, no asequibles a cualquier bolsillo. Los alquileres de pisos de dos habitaciones se extienden de 500 a 1.000 euros en las manzanas de las calles García Barbón, Rosalía de Castro, Gran Vía, Urzáiz, Pizarro, Policarpo Sanz y Areal. La Plaza Elíptica, calle Venezuela y Areal son otra de las zonas más caras, desde 550 a 900 euros (dependiendo de la antigüedad y servicios del edificio).

Las zonas más baratas, por el contrario, son las de nueva construcción y destaca Ramón Nieto. También el barrio de O Calvario y algunas calles como Martínez Garrido registran menor precio.

Reajuste del valor de venta

Uno de los aspectos en los que más se nota la recesión económica es el tiempo que tarda en venderse un piso. "Antes eran tres meses y ahora pueden llegar a un año, siete meses...", explican en una agencia. "Hay personas que llegan con necesidad de vender y no pueden", aseguran en otra. Es frecuente que el propietario lo ponga en alquiler. La otra lectura que se saca es que contribuirá a "reajustar" el valor real de las viviendas. "Hay precios muy exagerados", explica el gerente de una inmobiliaria, "y muchos pisos que estaban por encima de su valor y ahora están recuperando el normal". El mismo agente recuerda el caso de un propietario que ya rebajó el valor del inmueble en 30.000 euros y aún así no lo vende.