Las posturas sobre el destino de "El Castillo" en el seno del gobierno local son contrarias, y de momento bloquean la decisión sobre qué hacer con él. El alcalde quiere asignarle un nuevo uso público, aunque no ha precisado si se trata de dependencias institucionales o alguna otra actividad. El BNG defiende su derribo al considerarlo incompatible con la rotección del espacio natural de O Castro. El conflicto se ha enquistado porque ambas formaciones consideran que tienen competencias en el asunto. El inmueble es propiedad del Concello, con lo que se engloba dentro del área de Gestión Municipal, que dirige el socialista Carlos López Font. El

BNG, sin embargo, gestiona el área de Patrimonio Histórico y

prepara un plan de actuación para O Castro.

Los nacionalistas avalan su posición en un informe de la delegación de Patrimonio que recomienda la demolición al considerarla la solución que mejor encaja con el entorno. El documento señala, en todo caso, que "cualquier otra propuesta debería estar suficientemente justificada y, por supuesto, contar con la preceptiva autorización", El PP planteó a principios de añola cuestión en un pleno de la

Corporación municipal. Socialistas y nacionalistas aseguraron

que antes de verano se adoptaría una solución definitiva.