Mientras “El Castillo” sigue sin uso asignado por las diferencias de criterio entre el PSOE y el BNG, el edificio se degrada progresivamente y corre serio riesgo de quedar inservible. Un incendio, aparentemente provocado, agravó ayer su estado al calcinar la primera planta. El alcalde todavía no

ha hecho público su planteamiento sobre las dependencias que podría albergar, mientras que los nacionalistas defienden que lo más coherente es derribarlo. Lo consideran incompatible con la

protección de O Castro. El edificio, patrimonio municipal y hasta el año pasado ocupado por un restaurante en régimen de concesión, fue tapiado en su día, pero las ventanas y puertas vuelven a estar abiertas, según acreditaron ayer la Policía Local y los bomberos en sus informes sobre

el incendio. Una patrulla se trasladó allí a las diez y media de la mañana tras detectarse que salía

humo por la zona de las cocinas. Los bomberos acudieron al lugar y terminaron 45 minutos

después. La planta, en la que se amontonan muebles, mesas, sillas, vajilla, cajas y otros enseres,

quedó totalmente calcinada. Los agentes señalaron que una puerta acristalada se encontraba

abierta cuando llegaron al lugar, pero no había nadie en el interior. Aunque no hacen referencia

a si el fuego fue intencionado, recomiendan en su informe que se sellen los accesos y las ventanas

del edificio para evitar la entrada de intrusos. Quienes sí consideran que hay signos de que el suceso

pudo haber sido provocado son los bomberos. Un retén de cuatro agentes, un mando y un

conductor participaron en las tareas de extinción. El Concello decidió el año pasado no renovar la concesión del restaurante “El Castillo” después de que caducase, y el inmueble permanece en desuso desde entonces. El abandono ha provocado el deterioro paulatino de su interior. Aunque esó la actividad todavía quedan restos de material del establecimiento hostelero, cajas y mobiliario.