"Parecía muy simpático e iba muy sonriente", dijo hoy a Efe la turista española, Teresa Lladós, que se encontró por sorpresa al presidente francés y a su novia mientras hacía turismo junto a otros cuatro españoles.

De hecho, Sarkozy le dijo que se encontraba "bien", cuando Lladós le interpeló en el momento en que el presidente galo se situó a menos de un metro de los turistas, residentes en Barcelona, que en un instante se vieron rodeados de una nube de fotógrafos.

Media hora antes, el grupo de españoles estaba visitando el complejo cuando notaron algo raro:

"No es la primera vez que venimos a Luxor, así que nos extrañó cuando nos miraron los bolsos -continuó Lladós-. Además, había mucha policía secreta".

Ante tanto misterio, preguntaron a un guardián, que les contestó que Sarkozy iba a llegar en media hora, por lo que decidieron esperar para verlo.

"Entretanto, visitamos otra tumba y cuando salimos, vimos un gran tumulto de fotógrafos enfrente de la tumba de Nefertari", contó la turista.

Sarkozy apareció cogido de la mano de su novia, con gafas de sol para protegerse del implacable sol egipcio, y vestido con pantalones vaqueros y camisa caqui.

Según Lladós, Bruni iba junto a su pareja, discreta, con la cabeza baja y con gafas de sol de diseño de la misma marca que su novio.

Esta no fue la primera vez que los españoles se encontraban con Sarkozy en Luxor, ya que dos días antes lo vieron haciendo "footing" en la ribera oeste del Nilo, aunque en ese momento no lo reconocieron.

Según un fotógrafo egipcio, presente en Luxor, la pareja de moda se trasladó más tarde en avión a la localidad costera de Sharm el Sheij, en el Sinaí egipcio, concluyendo de esta forma su visita al sur del país.