"Olivier me ha apoyado mucho. Él ha estado conmigo en los momentos duros después de que me diagnosticaran el cáncer de mama", aseguraba para el documental Kylie en la nochevieja de 2006, cuando el actor la acompañó en uno de sus conciertos en Londres.

"Cuando llegan las crisis y los momentos difíciles como ése es cuando conoces a la gente y yo no sabría explicar el apoyo que me prestó en ese momento", añadía.

Ya sin Olivier y una vez dejado atrás el tumor que le diagnosticaron en mayo de 2005, Kylie vuelve a las tareas promocionales y arranca con este documental de dos horas dirigido por William Baker y que hace un seguimiento de casi 24 horas al día de la cantante en su regreso a los escenarios en noviembre de 2006.

Aviones, ensayos y miedos son las rutinas que refleja la cinta y a las que la ya recuperada Kylie (Melbourne, 1968) tiene que hacer frente para conseguir concluir la gira de conciertos que interrumpiera por su enfermedad en Australia.

"Este documental empezó como un proyecto humilde, casi casero", explicó la australiana, radiante con un traje de la firma italiana Dolce & Gabbana, instantes antes de la proyección del documental en un céntrico cine londinense, al que acudió su hermana y también cantante Dannii Minogue.

"En él (documental) la gente podrá ver mi verdadero yo, porque hay mucho de mi vida privada, aunque el ambiente de las giras es muy distinto al que tengo en casa", añadió.

"White diamond" ofrece una visión cercana de Kylie, la de una cantante

que ha encontrado en su entorno de trabajo a sus amigos y que, después de tener que suspender sus conciertos en Australia y una vez superada la enfermedad, decide retomar la gira por donde la dejó.

"La gente ha sido muy comprensiva y paciente conmigo. Mucha gente incluso conservó los tickets. Y eso me ha servido de inspiración", apuntó la intérprete de éxitos como "Spinning around" o "Can't get you out of my head", quien confía las coreografías de sus espectáculos al español Rafael Bonachela.

Una vez concluida a principios de 2007 esa gira interrumpida, Kylie centró sus esfuerzos en su nuevo álbum, "X", el décimo en su carrera de dos décadas y que verá la luz el próximo 27 de noviembre.

"He estado como año y medio trabajando en este disco, con el que quería volver a la escena del pop", afirmó.

Pero lo que muestra el primer sencillo de la cantante es a una Kylie totalmente distinta a la diva de éxitos discotequeros, ya que este "2 hearts" se asemeja más a las composiciones de las bandas del "glam rock".

"Me lo he pasado muy bien grabando el vídeo de '2 hearts' porque era como estar interpretando", comentó una Kylie que para este adelanto de su último trabajo ha optado por un look a lo Marylin Monroe.