Mel Gibson, que ha mantenido un tira y afloja con la justicia estadounidense tras ser detenido en 2006 por conducir ebrio, vuelve hoy a ser un ciudadano respetable después de que el juez haya decidido dar el proceso por terminado.

La decisión, tomada por un juez de Los Angeles a petición del abogado de Gibson, se produjo después de que el actor-director, una de las figuras más famosas de Hollywood, hubiera completado satisfactoriamente parte de los tres años de libertad condicional a los que fue condenado tras su detención.

En 2006, Gibson fue condenado además a pagar multas por valor de unos 1.600 dólares, así como a asistir a sesiones de rehabilitación de Alcohólicos Anónimos.

Por su buena conducta, Gibson sólo cumplió 17 de los 36 meses de libertad condicional a los que fue condenado. En febrero de 2008 el juez Lawrence Mira le levantó la obligación pero le indicó que debía seguir con su proceso de rehabilitación, cosa que Gibson hizo.

El protagonista de "Braveheart", que tiene 54 años, fue acusado formalmente el 2 de agosto de 2006.

Según la Policía, cuando Gibson fue detenido en julio de ese año en el área de Malibú tenía unos niveles de alcohol en la sangre del 0,12 por ciento.

Además, llevaba una botella de tequila en el Lexus LS que conducía a más de 160 kilómetros por hora por Malibú.

El incidente se agravó cuando Gibson trató a una policía de modo soez, se declaró dueño de Malibú y dijo que los judíos tenían la culpa "de todas las guerras del mundo".

Después el actor reconoció su error y se disculpó dos veces públicamente por lo ocurrido.