A Lindsay Lohan le ha tocado conocer el lado más duro de la industria de la moda. Su debut como diseñadora para Ungaro tuvo una penosa acogida en la Semana de la Moda de París. Sin embargo, el desfile consiguió una gran atención por parte de los medios de comunicación, cumpliendo así las expectativas de los ejecutivos de la firma francesa.

Lohan ha estado trabajando intensamente con la nueva diseñadora de Ungaro, la española Estella Archs, para crear la colección de Otoño/Invierno que presentaron el domingo en la Semana de la Moda parisina. No obstante, su trabajo ha recibido una tibia acogida de la crítica y ambas diseñadoras recaudaron pocos aplausos cuando recorrieron la pasarela.

La colección de mini vestidos, blazers y cubrepezones de Lohan y Archs dejó horrizados a los críticos, algunos de los cuales declaraban que "lo mejor que se puede decir sobre la colección es que lo han intentado". Respecto a los medios de comunicación, no han sido pocos los que calificaron los modelos como 'perfectos para acudir a una fiesta playera en Malibu'.

Con un mini vestido en blanco y zapatos de tacón rojo, la actriz estadounidense generó mucha expectación entre los paparazzi que se congregaron en el museo del Louvre, donde se celebró el evento, creando exactamente el tipo de interés y publicidad que buscaba la firma Emmanuel Ungaro.

El presidente de Ungaro, Mounir Moufarrige, quien contrató a Lohan como "asesora de moda" para revivir la envejecida marca y atraer a una clientela más joven, declaró sentirse complacido tanto por la colección como por el enjambre de fotógrafos y televisiones que acudieron al debut de Lohan.

Al final "es la ropa la que habla. La geste está interesada y nuestro negocio es vender", admitía Moufarrige, al ser preguntado por los riesgos de vincular a alguien famoso a una prestigiosa marca.

Satisfecha con el resultado

Por su parte, Lohan se mostró muy nerviosa después del desfile y reconocía: "es la cosa más dura que nunca he hecho". Sin embargo, declaró estar satisfecha del trabajo realizado. "Trabajar con Estrella y el equipo de Ungaro es un sueño hecho realidad (...)Estamos haciendo cosas increíbles".

"A ambas nos encanta la moda, los diferentes 'looks', las generaciones diferentes, los distintos estilos alrededor del mundo, nos gusta mezclar de todo", dijo Lindsay a los periodistas.

"Soy joven y sé lo que pasa. Muchas chicas quieren vestir como yo. Yo siempre pregunto a mis amigas cuando me compro ropa o a mi hermana Aliana, que está conmigo en París. Yo estoy haciendo exactamente lo mismo aquí, ofreciendo mi perspectiva".

La incorporación de Lohan a Ungaro no estuvo exenta de polémica, ya que provocó la salida del anterior diseñador Esteban Cortázar. "Tuvo mucho que ver, porque ellos querían involucrar a Lindsay de una forma que para mí iba en contra de como veo la moda, especialmente para una casa francesa como Ungaro", reconocía entonces Cortázar.