La pareja apenas tendrá tiempo para el ocio, ya que en sólo dos días tienen que cumplir un programa de actividades muy apretado.

El primer día, el heredero al trono británico y su mujer almorzaran en la residencia del presidente alemán, Horst Köhler, en el palacio de Bellevue, para, acto seguido, asistir a un partido de fútbol entre equipos formados por párrocos e imanes.

Por la tarde, y tras un encuentro en la Embajada británica con expertos en integración, Carlos pronunciará un discurso sobre la sostenibilidad global en el Museo de Historia Alemana.

Al día siguiente, el jueves, Carlos y Camilla realizarán una visita guiada por el Neues Museum de la isla de los museos berlinesa -que actualmente está en proceso de restauración y reabrirá sus puertas a los visitantes en octubre-, donde saludarán al arquitecto David Chipperfield, amigo de la pareja.

Tras pasarse por el Museo de los Aliados para celebrar el 60º aniversario del puente aéreo que salvó a Berlín Occidental del bloqueo soviético, la pareja se trasladará a Potsdam (ciudad vecina de Berlín), donde Carlos se entrevistará con especialistas del Instituto para la Investigación del Impacto del Cambio Climático.

El heredero al trono se trasladará seguidamente a la torre Einstein, colindante al Instituto de Astrofísica, un edificio expresionista de la segunda década del siglo XX que funciona como un observatorio solar; mientras tanto, Camilla tiene previsto visitar el palacio barroco de Sanssouci.

Con este programa, está descartado, en principio, que la pareja pasee por la Puerta de Brandeburgo donde los visitantes extranjeros suelen tener contacto con el público.

Carlos de Inglaterra no visitaba Alemania desde hace siete años, aunque sí se ha reunido en numerosas ocasiones con las tropas británicas que se encuentran en el país.

Antes de su viaje a Berlín, el heredero al trono visitará Italia con motivo de una audiencia papal.