La breve imagen en la que se ven a la Reina y a la primera dama estadounidense con los brazos cruzados por la espalda ha sido emitida en ralentí una y otra vez en las televisiones de EEUU, en un intento de desvelar quién inició el gesto.

El abrazo tuvo lugar el miércoles en el palacio de Bukingham, en Londres, antes de la cumbre del G20 y la primera parada de la gira europea del presidente de EEUU, Barack Obama, acompañado de su esposa.

Aunque parece que fue la Reina la que extendió primero su brazo, algunos medios, como Los Angeles Times, considera que fue la primera dama de EEUU la que se saltó el primer mandamiento del protocolo británico: No tocar a la Reina.

Hay quien compara lo ocurrido el miércoles, incluso, con el atrevido guiño de ojo que le brindó el presidente George W. Bush a la reina de Inglaterra cuando visitó EEUU hace unos años, aunque en aquella ocasión el gesto no fue correspondido.

Algo diferente ocurrió ayer entre la Reina y la primera dama, pese a que Isabel II ha conocido a doce presidentes estadounidenses y está familiarizada con el relajo con el que se observan las normas de protocolo al otro lado del Atlántico.

Según las imágenes retransmitidas una y otra vez, la Reina fue la primera en extender su brazo por la cintura de Michelle Obama quien, como buena estadounidense, le correspondió con el mismo gesto.

Algunos diarios en el Reino Unido se apresuraron a afirmar que nunca se había visto en publico a la Reina tan afectuosa en 57 años, otros citan declaraciones de un portavoz del Palacio de Buckinham quitando hierro al asunto: "Es obvio que hubo una muestra de afecto mutuo. Pero no hay ofensa, La recepción era una reunión informal. No se rompió el protocolo".

El jefe de internacional de la cadena NBC, Chris Hampson, se pregunta "¿Que será lo siguiente?. A lo mejor a Michelle Obama le da por invitar a la Reina a una merienda en la playa. ¿Otra alita de pollo picante, Su Majestad?".