La edición digital del diario "Folha de Sao Paulo" señaló que la artista, entre sus listas de exigencias para sus conciertos en Río de Janeiro y Sao Paulo, pidió siete automóviles Audi A8 para ella, sus hijos y escoltas personales.

Otra de las condiciones que llamó la atención fue que sólo trece personas, todas de su equipo, podrán hablar directamente a Madonna, restringiendo así el contacto verbal a empleados de hoteles, conductores y personal de logística local.

Mientras la organización ultima los detalles, la Policía local amenaza con desmontar por la fuerza los campamentos que desde hace días fueron instalados en las afueras del estadio Morumbí, donde se realizarán los conciertos de Sao Paulo.

Los seguidores de la "Reina del pop" llevan varios días acampados y pretenden permanecer hasta los días de los conciertos, previstos para el 18, 20 y 21 de diciembre.

La primera parada brasileña del tour "Sticky & sweet", después de su paso por Buenos Aires, tendrá lugar en Río de Janeiro los próximos domingo y lunes.