En una entrevista que publica hoy la revista alemana "Zeit Magazin", el modisto, de 70 años, declara que ya no tiene "ganas de contar con tanto personal" en casa, aunque admite que no quiere prescindir de sus tres asistentes más cercanos.

"No tengo ganas de tanto personal a mi servicio, pero obligatoriamente se quedan la criada, el cocinero y el chófer", apunta Lagerfeld, quien recientemente se ha comprado una casa en Vermont, Estados Unidos.

El influyente diseñador se muestra convencido de que la crisis económica cambiará el orden de las cosas y Estados Unidos y Europa deberán dejar paso a las nuevas economías emergentes como la India y China.

"Cuando la crisis pase, Europa y América serán el bonito viejo mundo, mientras que el nuevo estará representado por la India, China y los países del Golfo", señala el modisto, quien considera que el estancamiento económico a escala mundial no está afectando demasiado a la industria del lujo.

Sobre sí mismo, Lagerfeld asegura ser "un puritano" que "nada se permite", por lo que se muestra convencido de que se adaptaría fácilmente "al estilo de vida espartano".