A la cantante de 37 años le "horroriza" la idea de "estar más tiempo en el escenario y dejar -añadió- a mi bebé con una niñera".

El objeto de sus preocupaciones es Tiago Arul, el niño que trajo al mundo el pasado mes de septiembre, acompañada en todo momento de su pareja y padre del niño, el barítono uruguayo Erwin Schrott.

Netrebko explicó que dará prioridad a su vida familiar y que durante los primeros años el bebé probablemente viajará con ellos, "pero cuando lo escolaricemos, tendremos que plantearnos en qué país queremos vivir" y entre las alternativas figura España.

Austria, donde residen ahora mismo, le parece una alternativa "fantástica", señaló la artista, pero España también tiene buenas posibilidades.

"Nuestro hijo tiene que llevar una vida totalmente normal", explicó Netrebko, quien quiere conciliar su vida laboral y familiar "como el resto de sus colegas", aunque es consciente de que no resultará fácil.

"Pero, si ellos lo consiguen", afirmó, "yo también tengo que ser capaz de ello, sobre todo, -recalcó- porque tengo a mi lado a un hombre maravilloso que está más loco por el bebé que yo".

Netrebko volverá a pisar un escenario el próximo mes de enero, en San Petersburgo, con su actuación en la obra "Lucia de Lammermoor", del compositor italiano Gaetano Donizetti, que también la llevará a Nueva York, pero no dará conciertos junto a su pareja, con el firme propósito de "separar -según ella- nuestras carreras de nuestra vida privada".

La diva confesó que durante el embarazo temió por su voz, sobre todo cuando se encontraba en el cuarto mes de gestación, porque "tardaba mucho más tiempo en recuperarme entre actuación y actuación", hasta que se descubrió que la causa de ello era la falta de hierro, un factor habitual en dicho estado.

Antes de su estrenada maternidad, la última actuación de Netrebko fue un recital que ofreció en Viena el pasado 27 de junio junto a los tenores el mexicano Rolando Villazón y el español Plácido Domingo.