Hacia pocos minutos que Francia había perdido contra Italia y, por tanto, que había dicho adiós a la Eurocopa. Un periodista del canal de televisión francés M6, el mismo que retransmitió el partido en directo, el mismo en el que trabaja Estelle Denis, novia del seleccionador y madre de su hija, entrevistaba a Domenech.

A la pregunta sobre su futuro al frente de la selección el técnico respondió: "Sólo tengo un proyecto, casarme con Estelle.

Esta noche que se lo pido en serio".

Las cifras de audiencia indican que más de trece millones de personas siguieron en directo el partido, lo que le convierte en el programa más visto del año. Muchos de ellos, todos menos los que enjugaban sus lágrimas o su rabia, asistieron en directo a una escena de película, de telerralidad.

Desde París, Estelle Denis mantenía la calma mientras moderaba un debate en el que se multiplicaban las críticas al hombre que unos minutos antes acababa de pedirle la mano.

Domenech logró por un momento desviar la atención, pero no se quitó de encima el interrogante sobre su futuro, que volvió en la rueda de prensa posterior al partido. Y que seguirá planeando en el fútbol francés en los próximos días.

Francia se va de la Eurocopa con un punto y un gol, un triste bagaje para una subcampeona del mundo que había aterrizado con aires de favorita y que se marcha herida en su orgullo con la sensación de haber puesto punto final a una generación.