Los fotógrafos no cesan de hacer guardia delante del castillo de Miraval, en plena Provenza francesa, a una cincuentena escasa de kilómetros de las playas de Saint Tropez, donde tampoco dejan de entrar y salir operarios de las empresas que se encargan del acondicionamiento.

"Le Parisien" señala hoy que según los rumores que corren por el pueblo de Correns -a cuyo municipio pertenece esa propiedad de 350 hectáreas de viñas, bosque de pinos mediterráneos y un estanque- Brad Pitt prepara la llegada de Angelina Jolie después de que ésta dé a luz en Saint Jean Cap Ferrat, en la misma Costa Azul francesa.

El actor, que es un fanático del diseño, ha decidido decorar a su gusto unas cuantas de las 35 habitaciones con que cuenta el palacete, propiedad del industrial estadounidense Tom Bove, que se ha reconvertido en viticultor de producción ecológica.

El diario francés afirma que no se ha filtrado el precio del alquiler, firmado para un periodo de tres años, pero que la pareja de Hollywood más famosa del momento ya se ha gastado 500.000 euros (unos 800.000 dólares) para acondicionar la propiedad.

Junto a la entrada, los gendarmes hacen una vigilancia discreta, mientras que agentes de seguridad franceses y estadounidenses se relevan día y noche para intentar evitar intrusiones de los fotógrafos y otros curiosos cargados de cámaras que día sí y día también se acercan a las verjas para intentar captar la llegada de Brad Pitt.

El paso habitual de helicópteros hace pensar que las idas y venidas del actor pueden hacerse de forma discreta, ya que en la propiedad de Miraval hay una pista de aterrizaje en un área que permite la discreción.