Cuando Nicolás Sarkozy deje la política, "se van a aburrir" augura la también famosa cantante, que se prepara para sacar este verano su próximo disco.

En el libro, escrito por Valérie Benaïm e Yves Azéroual, publicado por las Ediciones du Moment, la ex maniquí internacional, esposa del jefe de Estado, el conservador Nicolás Sarkozy, desde el pasado 2 de febrero, confirma igualmente que no piensa abandonar su carrera musical, aunque sí los escenarios, durante este período presidencial.

Precisa, asimismo, que tenía previsto sacar al mercado su tercer álbum a finales de 2007, prueba, por lo que pueda pasar, de que sus canciones fueron compuestas hace tiempo.

No hay en ellas "nada de subversivo", sólo cuenta "pequeñas historias que son las mismas que las suyas", previene la artista.

Fueron escritas, pues, antes del fulminante encuentro, el martes 13 de noviembre de 2007, con el jefe de Estado, en una cena a la que había sido invitada junto con dos parejas, por Jacques Seguela.

Una cena organizada por el que fuese asesor electoral del presidente socialista François Mitterrand "con su banda", es decir, con sus amigos de izquierdas, a petición del propio Sarkozy, cuenta "Le Point".

"Enseguida comprendí que era una 'bind date' (una cena arreglada)", explicó Carla Bruni, al recordar que los dos únicos solteros de la noche eran ella y Sarkozy, quien acababa de divorciarse.

El flechazo "fue inmediato. No me esperaba alguien tan divertido, tan vivo. Su físico, su encanto, su inteligencia me sedujeron. Tiene cinco o seis cerebros increíblemente irrigados", explica Carla en un fragmento reproducido por el semanario "Le Point" y el diario "Le Parisien".

"No había conocido antes a cretinos, no es mi estilo, pero él, va muy, muy deprisa", añadió la primera dama, que tiene en su haber un intenso pasado amoroso.

Aunque se define como una simple "cantante de folk", Carla Bruni dice ser consciente de haber "heredado con su matrimonio" una "función", sobre cuyo contenido "empieza ahora a ver un poco más claro".

"Tengo dos prioridades: actuar globalmente sobre la pobreza en el mundo y luchar contra la ignorancia".

La lucha contra el sida también interesa a la primera dama francesa, concentrada, asimismo, en ayudar al presidente "a cuidar su higiene de vida", pues "es como todos nosotros, un poco como Sisifo, le gusta llevar la piedra".

"Pero es de buena composición, tres rayos de sol y encuentra la vida magnífica", añade la tercera esposa de Nicolás Sarkozy.