En un mitin en la norteña ciudad de Savona, Berlusconi aseguró: "Soy más alto que Putin y Sarkozy, soy tan alto como Prodi (Romano, primer ministro italiano en funciones). Mido 1,71 metros y no entiendo la manía de todos los dibujantes de viñetas que me pintan como enano y a los otros como normales".

No es la primera vez que el magnate de la televisión privada se refiere en público a su estatura. En una cumbre del Consejo Europeo de 2003 en Bruselas dirigiéndose entre risas al Alto representante para la política exterior y de seguridad de la UE, Javier Solana, le dijo: "No sé por qué te llaman 'alto', si eres más bien bajito como yo".

"A mí, cuando me satirizan, siempre me dejan como un enano y eso que mido 1,70", siguió Berlusconi, que en esa ocasión se bajó un centímetro de estatura.

Las bromas sobre su altura son frecuentes en los medios de comunicación que aseguran que usa alza en los zapatos para parecer más alto y que suele colocarse en el lugar más elevado cuando posa en las "fotos de familia" de reuniones políticas.

Hoy, la agencia Agi, tras volver a hablar de los "altos", publicó una lista de figuras ilustres más bajitos que Berlusconi, comenzando con Putin (1,70 mt), Sarkozy (1,65), Maradona (1,65), Stalin (1,65), Beethoven (1,63), Martin Scorsese (1,63), Picasso (1,63) y Mahatma Ganhi (1,60).

Berlusconi, con 71 años, sigue mimando su apariencia y se ha sometido a dos operaciones de trasplante de pelo, en 2004 y 2005, para cubrir parcialmente su calvicie, para lo cual no dudó en cubrirse la cabeza con un pañuelo estilo "pirata" mientras le crecía la nueva cabellera.

Además se ha retocado cara, ojos y cuello con varios "lifting" y nunca olvida el maquillaje en espera de que las cámaras de televisión tomen su lado bueno del perfil que, según él mismo descubrió a la prensa hace poco, es el derecho.

Berlusconi también siente predilección por la ropa. Habitualmente viste impecables trajes de doble botonadura complementados con corbatas de pequeños lunares, que usa como amuletos porque, dice, que le dan suerte, pero también le gusta llevar gorras y ropa informal y juvenil, eso sí, siempre, de prestigiosas marcas.