Formarlos para que sepan reconocer y evitar esas conductas. Inculcarles los valores necesarios en pro de la prevención. Estos son los retos de las charlas a niños y adolescentes que la Guardia Civil de Pontevedra imparte semana tras semana en centros escolares de toda la provincia. La demanda por parte de los colegios e institutos es cada vez mayor. Y no solo para que los agentes hablen de problemáticas como el acoso escolar o la violencia de género con los propios escolares. Muchas reuniones también están dirigidas a profesores y padres, con un papel clave para ayudar a erradicar unos comportamientos que pueden tener consecuencias legales.

El IES Barral de Ponteareas fue la semana pasada escenario de varias de estas charlas, que se imparten en el marco del denominado Plan Director para la Convivencia y Mejora de Seguridad en los Centros Educativos y sus Entornos. Niños desde 12 o 13 años hasta alumnos de FP Básica acudieron a estas actividades en las que se abordaron tres problemáticas muy presentes en la sociedad: el acoso escolar, la violencia de género y las drogas y el alcohol. "Lo que hacemos es una labor formativa y preventiva", explica Marcos Lago Vidal, comandante del puesto de la Guardia Civil de Covelo y uno de los formadores de este plan.

El acoso escolar, o bullying, es una realidad alarmante. En estas actividades formativas uno de los objetivos es dar a los chavales las claves para que sepan "diagnosticar" casos de estas características. Casos donde junto a una víctima y un acosador o acosadores, hay un tercer pilar muy importante, que es el de los testigos. "Se trata de una figura clave y en las charlas trasladamos el mensaje de que si son testigos de algo así deben contarlo, porque en sus manos estaría evitar que eso vaya a mayores", explica Marcos Lago. Este guardia civil afirma que puede ocurrir que los menores que ven estas conductas "no quieren hablar por miedo a represalias". Pero frente a ello lanza una mensaje contundente: "En el acoso escolar no existen los chivatos; las víctimas suelen ser personas frágiles y débiles, que están bloqueadas; y por eso el testigo es importante para prevenir".

Nuevas tecnologías

Muchas veces el bullying se extiende más allá del colegio a través de internet: en chats de mensajería, redes sociales... "Las nuevas tecnologías están muy relacionadas con el acoso escolar y sobre todo con la violencia de género", relata el guardia civil. "En la adolescencia se vive el primer amor, a veces muy intensamente con la idea de que va a ser para toda la vida; y si llega la ruptura, que es muy frecuente a esas edades, hay chiquillos que no lo aceptan", señala.

Y ahí surgen conductas, como el control del otro por WhatsApp, que es necesario atajar. "Ese control, el acoso que se puede ejercer, puede ser un síntoma de un futuro caso de violencia de género", alerta el agente, que agrega que lo que también trasladan a los escolares son principios como el de "la igualdad" entre sexos o las pautas de "una resolución pacífica" de una ruptura. "Es una edad clave para transmitirles estos valores", concluye.