P. P. /M. A. /SANTIAGO /Pontevedra

El Gobierno gallego no es partidario de que se construyan tres urbanizaciones a pie de playa en Sanxenxo, pero reconoce que sólo en una de ellas se plantean dudas sobre su legalidad. La Consellería de Medio Ambiente está estudiando el expediente del complejo residencial que se ubicará en Festiñanzo, donde se prevé la construcción de unos 279 chalés. Según el departamento que dirige Manuel Vázquez, este proyecto no ha sido sometido a una evaluación sobre su impacto ambiental pese a que estaba obligado por ley. En el caso de las otras dos urbanizaciones, la de A Granxa y la de Os Cotos, la Xunta asegura que se han cumplido todos los procedimientos legales y, por lo tanto, no podrán frenarlas.

En cualquier caso, la Administración autonómica no quiere que desarrollos urbanísticos como éste, en el que se han planificado más de 1.200 viviendas, se repitan en el futuro y considera que precisamente la Lei do Litoral aprobada este año impedirá que se siga invandiendo la primera línea de la costa gallega.

"La Lei do Litoral justamente será un dique y una barrera de contención para que en vez de tres casos no sean 3.000", aseguró ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. "Se trata de evitar que espacios privilegiados de nuestra costa sean ocupados por una presión inmobiliaria improcedente", añadió.

Esta ley, sin embargo, llega tarde para frenar la edificación de tres complejos residenciales en la costa de Sanxenxo. Los proyectos para construir estas tres urbanizaciones fueron aprobados antes de que entrara en vigor la Lei do Litoral el pasado mes de mayo.

El plan xeral de urbanismo de Sanxenxo se aprobó a principios de 2003. "La Consellería de Política Territorial dio el visto bueno a los planes parciales porque cumplían todos los requisitos", explican desde el departamento que dirige María José Caride.

Pero, además de recibir la aprobación de Política Territorial, todos los proyectos urbanísticos tienen que ser examinados también por Medio Ambiente, que tras la entrada en vigor en julio de 2006 de la Ley de Evaluación Estratégica Ambiental debe comprobar que se cumplen una serie de parámetros medioambientales.

Los residenciales de Os Cotos y A Granxa fueron tramitados con anterioridad a la entrada en vigor de esa ley de evaluación ambiental y, por lo tanto, no deben someterse a ella. No ocurre lo mismo con los 279 chalés proyectados en Festiñanzo. La Consellería de Medio Ambiente asegura que desconocía la existencia de esta urbanización y estudia ahora el expediente para ver si es legal y qué tipo de medidas podrían emprender contra ella en caso de no ajustarse a la normativa.

Tanto Medio Ambiente como Política Territorial, como el propio presidente de la Xunta coinciden en que no se pueden repetir este tipo de casos y, por eso, se acotará en el futuro en qué áreas se puede edificar en el litoral.