Un grupo de constructores ha iniciado ya las obras de la que será la primera de tres grandes urbanizaciones previstas en la costa de Sanxenxo, proyectos que supondrán la edificación de 1.229 viviendas.

Los puntos en los que se ubicarán estos nuevos complejos serán los montes de A Granxa, Os Cotos y Festiñanzo, en la parroquia de Dorrón. La primera en ponerse en marcha ha sido la de A Granxa, donde está previsto construir 562 viviendas sobre una superficie que supera los cien mil metros cuadrados. Un equipo de técnicos de Dragados iniciaron ayer las mediciones topográficas, tareas previas al arranque de las obras.

La Lei de Medidas Urxentes de Ordenación do Territorio e do Litoral en Galicia parece llegar tarde a Sanxenxo. Los tres suelos urbanizables en cuestión están afectados por Costas y las viviendas que albergarán estarán a tiro de piedra de las playas de Areas, Area de Agra, Pampaído y Raxó. Sin embargo, su desarrollo es totalmente legal ya que los planes parciales fueron aprobados antes de la entrada en vigor de la conocida también como "ley de los 500 metros", en mayo de este año.

A pesar del impacto visual que tendrá la urbanización de Festiñanzo, un espacio hasta ahora prácticamente a salvo del cemento, esta actuación se quedará pequeña en comparación con las de A Granxa y Os Cotos, que sumarán cerca de un millar de viviendas. Solamente en el primero de estos S.U., el número 1, se levantarán 562. La superficie edificable es de 102.050 metros cuadrados, distribuidos a partes iguales entre viviendas unifamiliares y colectivas, agrupadas estas últimas en bloques compuestos de bajo y dos plantas.

La aprobación de este complejo, que promueve Bernardo Giráldez Saborido, fue ratificada en pleno el 23 de diciembre de 2005. En esa misma sesión se corroboró también, siempre con el rechazo frontal del BNG y del PSOE, la construcción de 407 casas y pisos en Os Cotos. Ambos instrumentos urbanísticos habían obtenido ya el beneplácito del equipo del entonces alcalde, Telmo Martín, en las juntas de gobierno local celebradas el 10 y el 17 de marzo de 2005 respectivamente. El ex regidor popular se vio obligado a rectificar más tarde y someter ambos suelos, junto con una veintena más, al visto bueno del pleno, a raíz de un requerimiento de la Xunta de Galicia que alertaba al Concello de la "grave irregularidad" que constituye sacar adelante instrumentos urbanísticos sin el consentimiento del órgano competente.

El suelo de Os Cotos cuenta con una superficie edificable de 81.537 metros cuadrados. Su desarrollo está en manos de la Comisión Gestora del S.U. 8, si bien parte del terreno perteneció a su día al Grupo Nino Mirón. El presidente de esta sociedad llegó a reunir 80.000 metros cuadrados que vendió a lo largo de este año debido a la "inseguridad jurídica" que, desde su punto de vista, amenaza hoy por hoy en Galicia a los promotores urbanísticos.

Nino Mirón era propietario de la mitad del S.U. número 22 de Major, en Noalla, paralizado por el Gobierno autonómico el pasado mes de junio para frenar un proyecto para la construcción de 161 chalés a pie de playa sin estudio de evaluación ambiental. La medida congeló una operación de 90 millones de euros. "Tal y como está la ley, hoy es un riesgo invertir en Galicia un solo euro", afirma.

Tanto en el caso de A Granxa como en el de Os Cotos, las obras deberán dar comienzo antes de que concluya 2008, puesto que los proyectos de urbanización fueron aprobados en febrero y en noviembre de 2006 respectivamente y el PXOM establece un plazo máximo de dos años desde la presentación del proyecto y la ejecución de los trabajos.

Topógrafos de la empresa Dragados iniciaron precisamente ayer las mediciones del terreno en el S.U. número 1 en A Granxa. La presencia de los técnicos creó cierto revuelo entre los vecinos, divididos entre quienes aceptan el desarrollo de las urbanizaciones y los que alegan perjuicios al medio ambiente. Ésta es la postura de Carmen Martínez, una vecina que se sintió "obligada" a vender sus parcelas por la presión de los promotores. "Mi familia tenía terreno y nunca le dejaron edificar; ahora vienen los de fuera y sí pueden. Van a destruir el paisaje costero más bonito que hay entre Pontevedra y O Grove", lamenta.

El S.U. número 9, en Festiñanzo, superó los trámites a contrarreloj. El gobierno local le dio el visto bueno definitivo el pasado 6 de febrero con el apoyo del PSOE y los votos en contra del BNG, aprovechando el silencio administrativo de la actual Xunta. Su desarrollo supondrá la construcción de 260 chalés unifamiliares con unas espectaculares vistas al mar, en una superficie edificable de 130.000 metros cuadrados.

Festiñanzo es mayoritariamente un bosque sembrado de pinos y eucaliptos considerado zona de especial protección en las normas subsidiarias municipales. El Plan Xeral de Ordenación Municipal (febrero de 2003) le confirió carácter de suelo urbanizable, si bien hace referencia a su alto valor paisajístico e incluye supuestas medidas para su conservación.

Para llevar a cabo las obras, la promotora Cysugal, perteneciente al Grupo Bruesa, un holding formado por más de 20 empresas dedicadas a la promoción inmobiliaria y a la construcción, en la que participan los propietarios de las parcelas, tendrá que talar parte de la masa arbórea, lo que significa, según los ecologistas, la desaparición de uno de los grandes pulmones de la zona este del municipio. Los propietarios destacan que la zona más rica, Punta Festiñanzo, no se tocará porque se respeta una distancia de alrededor de 200 metros respecto a la franja litoral.