El ladrillo ya ocupa el 60% de todo el suelo urbano disponible en Galicia. En pleno boom del sector de la construcción el stock de terrenos sin edificar en la comunidad superaba el 46%; diez años después el porcentaje de superficie vacante en los ayuntamientos gallegos cae a mínimos históricos (39,89%, casi siete puntos menos). No obstante, Galicia se mantiene entre las comunidades con más solares vacíos, solo por detrás de tres autonomías -Murcia (43,62%), Asturias (41,06%) y Castilla-La Mancha (39,94%)-, según datos del primer cuatrimestre publicados por la Dirección General del Catastro. Los sectores inmobiliario y de la construcción no solo se recuperan en España a dos velocidades, en Galicia las grúas y las excavadores también trabajan a ritmos diferentes.

Un total de 98 concellos -42 de la provincia de A Coruña, 15 de Lugo, 19 de Ourense y 22 de Pontevedra- todavía tienen más de un 40% de su suelo urbano sin edificar, pero en otros 106 -casi el 34% de los ayuntamientos gallegos- se está agotando la superficie vacante, con menos del 20% de terrenos disponibles para levantar nuevas construcciones. Y en 63 municipios, su stock de suelo disponible se queda por debajo del 10%. La mayoría son pequeños concellos del rural de las provincias de Ourense y Lugo, con 51 y 26 ayuntamientos respectivamente que ya tienen edificadas al menos ocho cada diez hectáreas, mientras que en A Coruña son 13 los concellos en esta situación y en Pontevedra, 16.

Durante el boom del ladrillo, los ayuntamientos gallegos ampliaron sus parcelas urbanizables ante el previsible aumento de la demanda. Pero no solo fueron demasiado ambiciosos en su planificación urbanística sino que además se toparon con la lenta y engorrosa tramitación. La aprobación de los planeamientos se demoró durante años, en algunos casos más de una década, y cuando la Xunta les dio el visto bueno y entraron en vigor ya la crisis empezaba a pasar factura al sector de la construcción.

Aunque el porcentaje de suelo vacante en la actualidad es inferior al de hace diez años, la superficie es más elevada. Entonces Galicia, con un 46,31%, era la sexta comunidad con la tasa más alta de suelo urbano sin construir y con una superficie edificable de casi 40.300 hectáreas. En la actualidad es la cuarta comunidad con el mayor porcentaje de suelo vacante pero con más terreno vacío que hace una década (casi 41.200).

En plena época de bonanza económica, los concellos diseñaron sus planes urbanísticos con la confianza de que se mantuviese el ritmo edificatorio que había antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. En plena recesión, la superficie urbana de Galicia llegó a dispararse más de un 20%. En la actualidad, el terreno urbanizable en Galicia supera las 103.000 hectáreas, un 4% más que la superficie urbana al cierre de 2008 (poco más de 99.000 hectáreas). El desarrollo urbanístico que habían proyectado los concellos se frenó por el parón de la construcción. En la actualidad los terrenos sin edificar en la comunidad gallega superan las 41.000 hectáreas, un 2,2% más que las apenas 40.300 de hace una década.

Por provincias, Pontevedra y A Coruña son, por este orden, las que presentan el porcentaje más alto se suelo sin edificar, con un 41,48% y un 39,54%, respectivamente. El stock de superficie vacante en Lugo y Ourense es similar, un 38,92% y un 37,79%.

La radiografía de las siete ciudades gallegas es completamente dispar. Ferrol es la urbe con menos superficie disponible para levantar nuevos edificios (apenas un 17%). Le sigue en la tabla Ourense, con poco más de un 22% de suelo vacante. Con un porcentaje similar se encuentran en la actualidad A Coruña (25,88%) y Vigo (26,81%). Con casi el 30%, está el plan urbanístico de Lugo. Y con los porcentajes más altos de solares vacíos cierran la lista Santiago (casi 34%) y Pontevedra (casi 35%).