El PP no variará un ápice su discurso en el año que resta hasta las elecciones municipales, contraponiendo la "estabilidad" que promete frente a los "profetas del no", que encarna en la oposición, pero también reconoce sus preocupaciones. La primera, por recuperar los votantes que se fugaron; la segunda, por el daño de los escándalos de corrupción. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, reconoció su preocupación por que "unos pocos eclipsen los éxitos de este gran partido".

Sus palabras supusieron un toque de atención a los suyos durante la reunión de la interparlamentaria de los populares celebrada esta mañana en Santiago después de la caída en apoyos que muestra la encuesta del CIS y escándalos como la dimisión de Cristina Cifuentes al frente de la Comunidad de Madrid y del PP de esa comunidad por obtener un máster sin cumplir los requisitos exigidos y por la revelación de un vídeo de hace años en el que trataba de robar unas cremas de unos grandes almacenes.

En ella, Feijóo pidió a los suyos "escuchar a la gente y a las aldeas" para plasmar en las instituciones sus demandas y lanzó un dardo no solo a la oposición de las mareas, que arrebataron al PP las tres ciudades de A Coruña en 2015, sino a Ciudadanos, de escasa presencia en Galicia, pero cuyos votos podrían derivar de una huida del caladero de la gaviota.

"Mientras hay partidos rumiando las encuestas, nosotros trabajamos en una jornada de sábado para tratar de seguir haciendo las cosas bien", expuso en alusión a los de Albert Rivera.