Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El coste social del envejecimiento

Crecen un 35% las peticiones de ayuda para atender a los mayores a su salida del hospital

Trabajadores sociales del Sergas buscan soluciones para cuidar a los ancianos cuando les dan el alta - Denuncian que la demora en las ayudas a la dependencia complica la respuesta

Consulta de geriatría en el Hospital Meixoeiro de Vigo. // Marta G. Brea

A medida que la sociedad gallega envejece, también se va debilitando la red familiar que hasta ahora asumía el cuidado de las personas mayores. Y los recursos y ayudas que ofrece la Administración están condicionados por una burocracia y lentitud que no sirve para dar respuestas a casos urgentes. En este contexto los hospitales gallegos están detectando que cada vez son más las familias que tienen dificultades para hacerse cargo de sus mayores cuando tras recibir el alta hospitalaria requieren cuidados específicos. Trabajadores sociales del Sergas advierten de "un incremento notable" de este tipo de consultas, por encima del 35 por ciento en el último año.

El problema surge cuando los mayores caen enfermos y son hospitalizados o deben ser sometidos a una intervención quirúrgica. Cuando reciben el alta hospitalaria, muchos de estos pacientes se encuentran en una situación de dependencia y precisan de atención y cuidados específicos en el domicilio y los hijos o parientes más cercanos se encuentran de repente con que no pueden hacerse cargo de ellos. Y es ahí cuando se recurre a los trabajadores sociales de los hospitales que ayudan a estas familias a buscar soluciones.

"La problemática del alta es para dónde se va la persona mayor y con quién. Esa persona ya no tiene ningún problema sanitario para justificar su estancia en el hospital, pero tampoco tiene apoyos en casa", explica el gerente del Colexio de Traballadores Sociais de Galicia, Víctor González.

Las dificultades para hacerse cargo de estos mayores enfermos aumentan, por varias razones. Cada vez trabajan más miembros de la unidad familiar -las mujeres ya no se quedan en casa como hace años- y además "hay menos hijos" para cuidar a sus padres, tal y como explica María Jesús Lago, jefa de Servicio de Trabajo Social del Complejo Hospitalario de Vigo. "La red familiar es más débil", apunta.

Según explica, el 80% de las intervenciones que hacen en el hospital están relacionadas precisamente con la tramitación de ayudas para las familias que tienen dificultades para hacerse cargo de sus parientes mayores. "La gente se va con una sobrecarga emocional y física del hospital y no puedes pedirle a la familia que reviente. La valoración de la dependencia tarda mucho y faltan plazas en residencias y ayuda a domicilio", explica Lago.

En el Complejo Hospitalario de Santiago ocurre lo mismo. Las intervenciones mayoritarias son con pacientes con una edad superior a los 70 años y se están incrementando de forma notable las peticiones de ayuda de mayores de 80. Además el 22% de las consultas son de pacientes que viven solos.

"Lo que hacemos es estudiar cada caso concreto a través de la historia clínica, de entrevistas con el paciente y la familia y, en función de ello, diseñamos un plan de intervención", explica Ana Guillén, jefa de Servicio de Trabajo Social del Complejo Hospitalario de Santiago.

En ocasiones, se soluciona con una reorganización familiar, se buscan apoyos para el cuidado en casa y cuando esto no es suficiente se les pide plaza en un centro de día o residencia. El problema, según señalan los trabajadores sociales, es que la tramitación de las ayudas a la dependencia es lenta, se puede demorar varios meses. "Los procedimientos administrativos se ralentizan", explica María Jesús Lago, que aclara que solo se pueden tramitar por la vía de urgencia en situaciones extremas como casos de indigencia.

Por eso, en la mayoría de los casos se intenta buscar un encaje para el cuidado del mayor por parte de la familia. De esta manera, una de cada tres personas con esta problemática son atendidas finalmente por sus parientes, otro tercio son atendidos por el entorno familiar pero reciben apoyo de los servicios sociales y el 33% restante necesitan ayudas como atención a domicilio o son ingresados en residencias o centros de día, según los datos del Complejo Hospitalario de A Coruña. En este área apuntan que no ven un incremento de casos, como sí han constatado en otros hospitales.

En situaciones extremas se llega a posponer incluso el alta hospitalaria del paciente. En todo caso, lo ideal, según defienden los trabajadores sociales, es no prolongar las estancias por causas que no sean estrictamente médicas.

Los casos de abandono son solo "puntuales"

  • En Almería o Las Palmas han saltado a la luz en los últimos meses casos de mayores que son abandonados en los hospitales por sus familiares al no poder hacerse cargo de ellos. Los trabajadores sociales del Sergas aseguran que en Galicia también ha ocurrido en los últimos años pero solo de forma "puntual" y aclaran que, en todo caso, no perciben un incremento. "Sí que se ha dado algún caso puntual de personas que por diversos motivos, sus familias alegan no poder hacerse cargo de su familiar", explica la jefa de Servicio de Trabajo Social del Complejo Hospitalario de Santiago, Ana Guillén. En el área sanitaria de Vigo, la responsable de los trabajadores sociales apunta también a un par de casos en un periodo largo de tiempo. Las razones que hay detrás de estos abandonos son diversas. Guillén explica que hay casos de pacientes que no pueden volver al domicilio sin apoyos en su cuidado. "Tras una vida desordenada y en ocasiones con graves problemas de adicción, aunque tengan hijos puede que lleven años sin relación y estos no desean hacerse cargo", explica. Cuando esto ocurre se suele tramitar una plaza residencial en un centro por la vía de urgencia.

Compartir el artículo

stats