El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a mantener el cara a cara parlamentario más tenso con el portavoz de En Marea, Luís Villares, al que no le admitió ninguna lección de democracia. "Habla mucho de democracia pero la practica poco", le soltó al exmagistrado. El motivo eran las críticas vertidas por Villares hacia la Xunta por dejar al Concello de A Coruña fuera del convenio firmado con el Ministerio de Fomento sobre el puerto herculino.

El titular de la Xunta ha aprovechado la sesión de control para reprochar a En Marea que le pida aclaraciones por la intervención de Banesco por parte del Gobierno de Venezuela. "No admito que se me pidan explicaciones porque un gobierno amigo de las Mareas intervenga un banco y el responsable sea el presidente de la Xunta", declaró Feijóo, para poner en duda la calidad democrática de la izquierda rupturista.

En la misma sesión de control, el titular del Gobierno gallego replicó a la portavoz del BNG, Ana Pontón, que el uso del gallego no está en retroceso. La diputada nacionalista había reclamado un mayor impulso a las políticas lingüísticas en favor del gallego y acusó a Feijóo de "suponer un retroceso lingüísticamente con respecto a lo que significó Fraga".

"Estamos en la posición más alta de conocimiento del gallego en toda su historia", fue la respuesta de Feijóo.