La directora de la Asociación Balnearios de Galicia destaca el potencial de un sector que, pese a la crisis, registra una horquilla de ocupación de entre el 90 y el 95% de las plazas. Y todavía ve "margen" para crecer, pese a que, avisa, los balnearios gallegos -22 establecimientos- no compiten en igualdad con otros por culpa de la ubicación y de las conexiones aéreas.

-¿Le compensa a los balnearios gallegos colaborar con el Imserso?

-Aunque en los últimos años la rentabilidad del programa fue disminuyendo, ya que las tarifas apenas subieron, sigue siendo interesante porque nos permite planificar cada nueva temporada, acometer reformas y contratar personal, al tener más o menos asegurado unos niveles de ocupación.

-¿En qué medida estos programas contribuyen a la pervivencia de los balnearios?

-Los programas del Imserso y de la Xunta fueron fundamentales para la recuperación del sector. En Galicia conviene además destacar el importante papel de la colaboración público-privada y la promulgación de una nueva normativa sectorial. Gracias a eso podemos presumir de que Galicia hoy es el destino termal líder en España. El programa del Imserso fue muy importante para los balnearios pero también para la Administración, la ciudadanía y la dinamización socioeconómica de las comarcas donde se ubican. Pocas veces se habla de que los balnearios crean riqueza en zonas del interior de Galicia.

-¿Cuál es la media de ocupación y qué porcentaje de plazas se suelen cubrir con el Imserso?

-Nos movemos en una horquilla del 90-95%, estando varios de los balnearios entre los más valorados y con mayor ocupación de España. Casi en la totalidad se cubren las plazas e incluso hay lista de espera. En cuanto a vacantes, que las hay, la causa principal es la crisis que padecimos.

-¿Cuál es el perfil de usuario?

-Por orden de procedencia es de Galicia, Madrid, Castilla y León, Asturias, Cataluña y otras comunidades, y hay un progresivo aumento de la clientela extranjera, sobre todo de Portugal y Alemania.

-¿Ve margen de crecimiento?

-Pienso que sí, pero de un crecimiento sostenible. Eso significa emplear el recurso de las aguas minero-medicinales sin comprometer su futuro, creando empleo y riqueza, ayudando a la dinamización de nuestro entorno próximo y mejorando la calidad de vida de los termalistas.

-Las aguas gallegas, ¿son tan buenas como se dice? ¿Compiten en igualdad de condiciones con otras zonas? ¿Se venden bien?

-En Galicia podemos presumir de unas aguas excelentes, pero es un recurso muy sensible y debe ser protegido para evitar que se pueda contaminar o mermar los caudales. Y no, no competimos en igualdad de condiciones con los del resto del Estado, ya que la ubicación y conexiones aéreas de otras comunidades, como Cataluña, Valencia o Aragón, hacen más sencillo acceder a ellos. Aun así, somos competitivos al contar con excelentes profesionales, modernas instalaciones y, sobre todo, un recurso de calidad.

-¿Qué pedirían al Gobierno?

-Al central, una promoción más diversificada y especializada de la oferta turística española, apostando por segmentos distintos a los del turismo de sol y playa. Pese a tener Galicia un gran potencial para atraer una clientela internacional a sus balnearios, esa promoción del termalismo sigue siendo escasa. Por otro lado, para el sector sería importante incluir el termalismo terapéutico en la cartera de servicios del SNS y equipararnos a otros países de la UE.