Ni la conformación de una nueva mayoría sindical, tras sumarse USO a los tres sindicatos que cuestionaron el preacuerdo para poner fin a la huelga, ni la llamada a la negociación por parte de este nuevo bloque que ofrece suspender el paro si se retoma el diálogo han permitido abrir vías para la resolución de un conflicto que sigue en vía muerta tras 87 jornadas de paro. La Xunta deja claro que las dos demandas que plantean estos sindicatos "no se pueden negociar" y los acusan de "engañar" a los trabajadores al prometerles algo que "no se puede aceptar" por parte del Gobierno gallego.

Los sindicatos críticos con el preacuerdo han dejado de lado su demanda para que la Xunta mejore su última oferta económica, de entre 122 y 135 euros mensuales, y centran sus reivindicaciones en que se les garantice por escrito que sus retribuciones se mantendrán en el futuro en el cuarto puesto de la tabla salarial de todas las comunidades autónomas y un plan de recuperación del trabajo que permita a los huelguistas rescatar hasta el 90 por cien del salario que se les retiró por su participación en la huelga.

"Esos dos puntos no podemos aceptarlos", sentenció ayer el vicepresidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, tras presidir la reunión semanal del Consello de la Xunta en sustitución de Alberto Núñez Feijóo, que se encuentra de viaje institucional en México.

En relación a la devolución de los salarios perdidos durante la huelga, Rueda es tajante: "No es posible legalmente ni lo entendería la ciudadanía". La Xunta propone un plan para recuperar el trabajo que se ha paralizado durante estos tres meses con compensaciones por las horas extra y que incluiría a todos los trabajadores de la Justicia y no solo a los que participaron en la huelga.

Por otro lado, defiende la claúsula incluida en el preacuerdo suscrito con cuatro de lo siete sindicatos (UGT, CCOO, CSIF y USO) del comité de huelga que garantiza que los trabajadores de la Justicia cobrarán por encima de la media española. "Ellos piden ser siempre los cuartos mejor pagados de España y eso ni se puede aceptar ni se puede entender", remachó.

Por esta razón, el vicepresidente deja la pelota en el tejado de los sindicatos. "Terminar la huelga está en sus manos", avisa. En su opinión, el problema es que las centrales críticas "están prometiendo" a los trabajadores "cosas que no se pueden negociar". Y les advirtió que tendrán "que dar explicaciones". En su opinión, "están faltando a la verdad" y los están "engañando". "Lo que piden, no va a poder ser. No es factible", recalca Rueda.

El vicepresidente criticó además los vaivenes del comité de huelga. "Ya van por su tercer presidente con dos renuncias no suficientemente aclaradas", censuró.

Cuestionado sobre por qué no comparece en el Parlamento pese a las peticiones formuladas por En Marea y BNG, Rueda argumentó que ya compareció en la Cámara y desde entonces su postura no varió. En todo caso, se mostró sorprendido de que pidan su intervención en el pleno pero no hayan presentando ninguna iniciativa parlamentaria en relación a la huelga de Justicia.