Desde que los funcionarios de Xustiza arrancaban el 7 de febrero, un paro indefinido se han sucedido 86 jornadas, casi tres meses, de desencuentros entre Xunta y sindicatos, pero también en el seno del comité de huelga. Tras la consulta a los trabajadores del viernes en la que ganó el "no" a la propuesta del Gobierno gallego, el seguimiento del paro alcanzaba ayer el "mínimo histórico", según explicó el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Pero también ayer la unidad sindical, golpeada tras la votación, se restablecía con otro equilibrio de fuerzas, al sumarse SPJ-USO, mayoritario, a los sindicatos que cuestionaron el preacuerdo (Alternativas na Xustiza-CUT, CIG y STAJ). Desde ese frente llaman al resto de sindicatos a adherirse a la "nueva mayoría sindical" e inciden en que la huelga sigue, si bien están dispuestos a tender la mano a la Xunta desconvocándola si hay una "voluntad de negociación" para solventar el conflicto esta semana.

El seguimiento del paro alcanzaba ayer su "mínimo", según destacaban desde el Ejecutivo autonómico, que trasladaba unas cifras del 16,9%, frente al 28% del lunes de la pasada semana. Por ejemplo en Vigo, donde la victoria del no fue más acusada, hubo una mayor reincorporación de funcionarios que permitió que más juzgados se activasen, si bien otros continúan parados.

La nueva alianza sindical no varió, de entrada, la postura de la Xunta. Su vicepresidente, Alfonso Rueda, se mantuvo en que el Ejecutivo "en ningún caso" va a continuar en "una subasta". Sobre los dos puntos que las organizaciones sindicales críticas con el preacuerdo resaltaron estas últimas jornadas y en el que también conmina a centrarse la nueva coalición sindical, la cláusula de revisión y el plan de recuperación del trabajo, el conselleiro afirmó que no se moverá de su oferta. "No vamos a admitir pretensiones", dijo, como la de "garantizar ese cuarto puesto" en la tabla autonómica o la "devolución del dinero de la huelga "sin referenciarlo a ningún trabajo concreto", dijo.

Que la Xunta no acudiese ayer a la cita que plantearon provocó las críticas de CUT, STAJ y CIG, que acusaron al Ejecutivo de no querer poner fin al conflicto. Arremetieron contra el conselleiro, a quien tachan de "mentiroso" porque, alegan, dijo que se sentaría a negociar si se suspendía la huelga, un paso que se mostraron dispuestos a dar, como indicó ayer Pablo Valeiras, de Alternativas na Xustiza-CUT. En ese contexto, también instaron al titular de Xustiza a asumir los resultados de una consulta que, inciden, él mismo animó a realizar.

Así lo indicaron tras acudir a la EGAP, donde aspiraban a reunirse con la Administración, que no se presentó al encuentro como ya había avanzado, y donde los agentes le impidieron la entrada, y antes de mantener una reunión con SPJ-USO de la que salió la nueva alianza sindical que podría ampliarse en una cita concertada para hoy a la que están llamados todos los sindicatos del comité de huelga. Según EFE, fuentes de UGT indicaron que no asistirán a ninguna reunión convocada por CUT, STAJ y CIG "a no ser que rectifiquen" la acusación de que había un documento firmado "y se disculpen con los compañeros de Vigo y Pontevedra, que sufrieron una situación muy delicada, incluso coacciones" el día de la votación. Aclaran que sí acudirán si es la Xunta la que convoca. Por su parte, CSIF y CC OO trasladan que no han adoptado una decisión al respecto.

También trascendía ayer la segunda dimisión del presidente del comité de huelga que negocia el acuerdo. El miembro del sindicato SPJ-USO Carlos Dacal, que había asumido (en teoría, porque no acudió por razones de salud) la responsabilidad tras la renuncia de Manuel Tejada, declinó el puesto por motivos "personales y de salud", según su sindicato. Ocupa su lugar Julio Bouza, de SPJ-USO en Vigo.

Por otro lado, los grupos parlamentarios urgieron ayer a continuar las conversaciones para finalizar la huelga, si bien los populares rechazaron que comparezca ante la Cámara el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como pidieron En Marea y BNG. Para Luís Villares, la actitud de Rueda es "absolutamente irresponsable" y Pontón criticó que la oferta de la Xunta fuera ayer "una silla vacía" en una reunión en la que los sindicatos "querían buscar una solución".