Solucionar el problema que supone un calor ambiental excesivo no es una cuestión que tengan que resolver de forma habitual los arquitectos gallegos, por lo que cuando la empresa Isover convocó este año su concurso universitario internacional Multi-Comfort House y anunció que los proyectos debían desarrollarse en Dubái, los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña tuvieron que enfrentarse a una dificultad más elevada que la de sus compañeros de otros centros españoles.

Pese a este inconveniente, dos de los alumnos del centro coruñés, Óscar González Lorenzo y Noelia Vázquez Abelenda, fueron galardonados el pasado 13 de abril en Madrid con el tercer premio en la fase nacional del concurso, lo que les permitirá ahora competir en la fase final, que se desarrollará en el mismo Dubái del 12 al 15 de mayo. Previamente, los dos estudiantes debieron competir entre todos sus compañeros de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos, en la que el concurso es una más de las prácticas que llevan a cabo.

Los participantes no solo tuvieron que diseñar un complejo residencial y comercial junto a la denominada Ciudad Cultural de Dubái, sino además resolver las cuestiones de eficiencia energética y confort acústico empleando los productos que Isover fabrica para atender estas necesidades y posteriormente defender sus propuestas ante un tribunal. Bajo el nombre de Generating Chaos, los dos alumnos plantean un complejo de 242 viviendas en el que también existen equipamientos comerciales y culturales, además de elementos de valor patrimonial.

"Lo que propusimos fueron técnicas pasivas para refrigerar el ambiente teniendo en cuenta la radiación solar y los vientos predominantes mediante chimeneas solares y evaporación", explica Óscar González, quien expresa su alegría por haber superado la fase nacional del concurso y que detalla que el objetivo del trabajo que presentaron era "enfocar la supervivencia en un clima tan extremo porque el espacio asociado a las viviendas es público".

El diseño planteado por ambos alumnos muestra un complejo protegido del intenso sol por una cubierta y unos muros que se asemejan a una celosía, de forma que el aire penetra por las aberturas y contribuye a refrigerar el interior, donde los espacios se distribuyen de forma modular.

"Era un ambiente distinto para nosotros, en el que nunca habíamos trabajado", destaca el alumno, quien considera que la participación en el concurso "fue un reto interesante en todos los sentidos", ya que hasta ahora estaban "acostumbrados a intervenir en otro tipo de urbanismo, como los cascos viejos". Sobre la participación en la fase final del concurso, afirma que acudirán "con ilusión y esperanza" a representar a la escuela coruñesa, aunque admite que también supone "mucha responsabilidad".

La elección de Dubái como lugar en el que debían llevarse a cabo los proyectos no fue realizada al azar por parte de Isover, ya que esta ciudad del Golfo Pérsico, cuya población se multiplicó por cien y su superficie por cuatrocientos en los últimos setenta años, es calificada como una de las más avanzadas del mundo en el campo de la sostenibilidad ambiental. Es por eso que los trabajos de los futuros arquitectos debían elaborar proyectos sostenibles e integrados en un entorno urbano, además de acordes con las condiciones climáticas y la cultura local.