La Asociación de Médicos Interinos de Galicia (Asmig) ha acusado al Sergas de inflar artificialmente las tarifas de los servicios que presta hasta el punto de doblar o triplicar el precio real del mercado. El objetivo final, según esta asociación, sería provocar el desvío de pacientes a la sanidad privada.

El Sergas revisa periódicamente las tarifas de sus servicios para cobrar esos precios. Las actuales proceden del año 2014 y la Xunta está trabajando en una nueva actualización. Estos precios son los que se facturan a particulares y entidades cuando el pagador es un tercero, como las mutuas que dan cobertura a los funcionarios o a los militares; los seguros que cubren accidentes de tráfico, enfermedades laborales o eventos escolares; o los ciudadanos extranjeros.

Asmig sostiene que un día de estancia hospitalaria para el Sergas cuesta 528 euros, una ecografía 172 -68 euros en una hospital privado-, una resonancia 691 -225 en una clínica-. Estos precios "elevados" tendrían una clara finalidad. "El objetivo último del desfase sería que mutuas, compañías de seguros y cualquier otro colectivo que estuviera interesado en obtener servicios sanitarios en Galicia se decantase por desviar a sus pacientes a hospitales privados", se quejan los médicos interinos.

"Todo ello constituiría la base financiera de una estrategia corregida y aumentada para que la sanidad pública siga perdiendo peso específico frente a la privada, promoviendo movimientos de dinero y pacientes cada vez en mayor medida a centros concertados. Por supuesto, ello significa que el Sergas renuncia a competir con la privada", denuncia Asmig.