El enfrentamiento interno en En Marea se eleva ya a guerra. La diputada Paula Quinteiro arremetió esta tarde contra Xoán Hermida, que ha asumido un escaño renunciando a ejercer de momento como diputado, por las críticas de este a su altercado con la Policía Local de Santiago. "Un ataque injustificado, irresponsable y falso que se suma al bochornoso espectáculo que está dando al aceptar el acta de diputado de forma irregular", criticó la diputada en las redes sociales, acusándolo de calumniarla y asegurando que estudiará acciones legales por declaraciones de Hermida en las que la vinculó a un "incidente de gamberrismo nocturno" e incluso percibió "transfuguismo" en su negativa a dimitir.

El giro de tuerca en la crisis de la primera fuerza de la oposición tras las elecciones de 2016 añade gasolina al incendio interno un día antes de que el Consello das Mareas, el máximo órgano del partido, analice la celebración de una consulta a las bases sobre el futuro de Quinteiro, que se niega a dimitir pese a la petición de la dirección y del portavoz del partido, Luís Villares. Cuenta con el apoyo del grupo parlamentario y de Podemos, en el que milita.

En ese contexto entró en escena Xoán Hermida de forma precipitada tras la dimisión del diputado Juan Merlo por haber inflado su currículo. El siguiente en la lista de En Marea por Pontevedra era el primero, que en un principio había declinado acceder a la Cámara tras revelarse una discusión policial por una multa que, como en el caso de Quinteiro, no generó denuncia alguna.

Hermida cambió de parecer y decidió tomar posesión del escaño sin atribuciones ni salario hasta que Quinteiro dimitiese por no respetar los principios éticos de En Marea y usar su condición de diputada al mediar ante la Policía, pero dio por supuesto que hubo un "incidente de gamberrismo nocturno".

Quinteiro le replica ante la "incredulidad" de sus palabras. "Me vinculó con actos vandálicos, difamando mi persona al levantar calumnias y afirmaciones totalmente falsas y vulnerando los principios éticos del espacio de ruptura", critica antes de exigir el fin del "acoso" que sufre por personas del movimiento rupturista.