La reunión acabó a las dos horas de empezar, nada que ver con las sesiones maratonianas de anteriores jornadas, como nada tampoco tuvo que ver el broche de las negociaciones -a la espera de saber qué deciden los trabajadores en la votación-. Nada más llegarse al principio de acuerdo, los representantes de CCOO, UGT, CSIF y USO salieron a toda prisa de las instalaciones, se marcharon sin dar explicaciones ni aclarar, ante los medios de comunicación, su cambio de postura, pues habían aceptado una propuesta calcada a la que había rechazado una semana antes.

Mientras salían de la sala de reuniones, le llovían los silbidos, los abucheos y hasta algún empujón. "Traidores", "vendidos", "sinvergüenzas" o "indignos" eran algunos de las acusaciones que lanzaban desde las filas de CIG, STAG y CUT. Es más, alguno de los participantes en las negociaciones salía con lágrimas en los ojos por la rabia ante el principio de acuerdo alcanzado.

"Hoy les gusta un acuerdo que hace ocho días rechazaron. No dieron ninguna explicación de todas las reuniones que hicieron por atrás", se quejan los representantes de los tres sindicatos que rechazan la propuesta de la Xunta. "Es una pena que después de 79 días estos sindicatos vendan a los trabajadores de este modo, que espero que no avalen su actitud y que les hagan pagar el daño causado con su actitud", denunciaban.