Tras la oleada de incendios del pasado mes de octubre que en un solo fin de semana arrasaron con casi 50.000 hectáreas en Galicia, la Xunta se ha puesto rigurosa para exigir la limpieza de las llamadas franjas de seguridad, que son los perímetros de terreno que rodean urbanizaciones, naves industriales, gasolineras, casas aisladas, núcleos de población o vías de comunicación y que deben estar desbrozados y libres de especies pirófitas (pino y eucalipto). La obligación es de los propietarios de los terrenos, que debe limpiar estas parcelas antes del 31 de mayo si no quieren exponerse a multas de hasta 3.000 euros. Esta exigencia, que este año se ha adelantado un mes con respecto a campañas anteriores, supone que se deberán desbrozar de matorral y eliminar de pinos y eucaliptos unas 70.000 hectáreas en la comunidad autónoma en tan solo 36 días, poco más de cinco semanas.

Esta superficie, que equivale a unas siete veces la extensión del municipio de Vigo y supera la tierra que el pasado año fue pasto de las llamas -62.000 hectáreas-, es la que flanquea las vías de comunicación y rodea los núcleos de población en la comunidad autónoma. En el caso de las carreteras, la franja de seguridad es de 10 metros, pero en las localidades se eleva hasta los 50. El caso es que toda esta superficie deben desbrozarla los propietarios.

Según las consultas técnicas realizadas, de las 70.000 hectáreas, unas 8.500 se corresponden con las parcelas ubicadas en los márgenes de las carreteras, ya sean nacionales, autonómicas o provinciales. El resto son las fincas que hay rodeando los núcleos de población.

Evidentemente, no todas las propiedades se encuentran en la misma situación y unas exigirán tareas de limpieza mayores y otras, pues un simple mantenimiento. Y aunque parezca una cifra exagerada el total de terreno que debe ser despejado de maleza, los expertos consultados recuerdan que en Galicia hay 30.000 núcleos de población afectados por las franjas de seguridad, por lo que se trataría de tan solo dos hectáreas por localidad.

La Consellería de Medio Rural prefirió no dar un cifra sobre la superficie que ocupan las franjas de seguridad dada la dificultad de determinar cuántas parcelas ya están limpias y cuántas no. En todo caso, precisó que la comunidad dispone de dos millones de hectáreas de suelo forestal.

| Coste del desbroce. Depende del estado en que se encuentre la parcela, además del acceso, la orografía, la cantidad de biomasa y si la limpieza se hace a mano o con medios mecánicos. Pero en términos generales, según las fuentes consultadas, el coste sería de unos 350 euros por hectárea si se encarga la tarea a una empresa. Es decir, unos 35 euros por la limpieza de un predio de 1.000 metros cuadrados. Tratar las 70.000 hectáreas costarían, por tanto, unos 24,5 millones de euros.

| Plazos. El plazo para la limpieza de la biomasa concluye el 31 de mayo, incluyendo tantos los propietarios particulares como las comunidades de montes. Se exceptúan los supuestos en que por la extensión o especial dificultad de la labores de gestión sea necesario contar con una planificación anual, que tendrá que ser aprobada por la administración forestal, como es en el caso de las autopistas, vías férreas o líneas eléctricas.

| ¿Quién vigila? Son los ayuntamientos los que tienen la competencia de evaluar el cumplimiento de las franjas de seguridad, pero esta labor de control también la pueden desempeñar la Guardia Civil, la Policía Autonómica, la Policía Nacional, los agentes municipales y el personal de la Consellería do Medio Rural.

| Régimen de sanciones. El incumplimiento de la obligación de gestionar la biomasa para prevenir los incendios forestales mediante la ejecución de las franjas de seguridad puede acabar con multas de entre 100 y 1.000 euros. En el caso de ser la parcela además fruto de una concentración parcelaria y estar en situación de abandono, la sanción puede llegar entonces a los 3.000 euros. En el caso de realizarse plantaciones forestales ilegales o con especies expresamente prohibidas así como no respetar las distancias mínimas, las multas podrían alcanzar los 100.000 euros en el caso de las graves.

| Financiación pública. Para la limpieza y desbroce de fincas, la Consellería do Medio Rural tiene cuatro líneas de subvenciones. Una es de 12 millones para la silvicultura. Los beneficiarios son las comunidades de montes, las sociedades de fomento forestal y los propietarios particulares. Otros 4,5 millones están reservados para la prevención de daños causados por los incendios, como la creación de puntos de agua y de suministro de combustible.

Hay 33 millones para el convenio marco con los ayuntamientos a razón de 11 millones en cada ejercicio de 2016, 2017 y 2018 para desbroce y tareas de prevención por parte de las brigadas cuando no estén en funciones de extinción. También hay una cuarta línea con 2 millones para subvenciones destinadas a los grupos de emergencia supramunicipales dedicados a tareas de prevención.