Un nuevo sistema de balizas inteligentes en climatología adversa (BICA) ayudará a la conducción en la Autovía del Cantábrico, la A-8, a su paso por el alto de O Fiouco, en Mondoñedo, cuando la niebla, muy densa en esta zona, reduzca al mínimo la visibilidad, tanto que en ocasiones hay que desviar el tráfico por la carretera nacional. Porque en esta área, situada entre los kilómetros 536 y 552 de la A-8 son frecuentes los cortes y desvíos del tráfico, algo que precisamente se volvió a repetir ayer cuando el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, y el director del centro de Gestión del Tráfico del Noroeste, Ramiro Martínez, presentaban el BICA que se está probando desde hace un mes un tramo de 500 metros.

Desde el año 2015 se está trabajando en buscar una solución a los problemas que causa la niebla en la A-8. La elegida consiste en la instalación de balizas de 1,5 metros de altura con luces leds en colores ámbar y rojo. Ante situaciones de niebla, se activa el color ámbar, indicando a los automovilistas el trazado de la autovía en condiciones de seguridad.

Cuando el sistema detecta el paso de un vehículo, se ilumina la parte de la baliza en color rojo para señalar al vehículo que viene detrás que hay otro que le precede, explicó el delegado del Gobierno. De este modo, se indica la obligatoriedad de mantener una distancia de seguridad apropiada y le permite ver el movimiento de desplazamiento del citado vehículo.

Desde el pasado mes de febrero el sistema está instalado en un tramo experimental de medio kilómetro en ambos carriles sentido creciente, y está previsto que se amplíe a cinco kilómetros en la zona con mayor afectación de niebla. Además, también se ha instalado un panel de información para que los usuarios de la vía sean conocedores del funcionamiento del sistema.