El conflicto interno de En Marea tras el incidente de su diputada Paula Quinteiro con la Policía Local de Santiago se enquista y entra en una fase de silencio. El portavoz rupturista, Luís Villares, optó por no responder más que con un "no hay novedades" las preguntas de la prensa una semana después de haber anunciado que si la dirigente no cedía su escaño, se preguntaría a las bases del partido sobre la cuestión.

Siete días después, Villares evitó referirse a una crisis que ha agravado la quiebra de En Marea. "Si fui tan claro [hace una semana], no hace falta volver a repetirlo", expuso ante los periodistas censurar la falta de ejecución presupuestaria tanto del Gobierno central como de la Xunta. Según sus cifras. El Ejecutivo de Mariano Rajoy, aseguró, dejó sin invertir 2.442 millones de euros entre 2012 y 2016 de los 7.116 anunciados para la comunidad, dinero que no pasó del papel a la realidad.

Villares también descartó el domingo que hubiese dado un ultimátum a Quinteiro de una semana, si bien sí había declarado que creía conveniente que su situación se resolviese la semana pasada. Pero no sucedió así.

La cuestión ha dividido a las filas rupturistas. El grupo parlamentario apoya ampliamente que Quinteiro continúe en la Cámara, en contra de la posición de Villares, mientras que el Consello das Mareas exige su renuncia.

La líder de Podemos en Galicia y viceportavoz de En Marea, Carmen Santos, reiteró esta mañana en la TVG su oposición a la consulta anunciada por Villares la semana pasada, puesto que las bases no deben actuar como un "tribunal" y exigió al exmagistrado "escuchar al grupo parlamentario".Rechazo de Podemos

Más tarde, Carmen Santos lamentó la "gestión" de un "incidente menor" y abogó por la necesidad de haberlo cerrado en "24 o 28 horas" y no prolongarlo durante "tres semanas". Al mismo tiempo, rechazó la consulta anunciada la semana pasada por Villares a las bases de En Marea, en cuyo seno no se encuentra Podemos como organización. "Pedimos la retirada de la consulta", declaró.