La sesión de control parlamentario al presidente de la Xunta proporcionó ayer otro cara a cara bronco, esta vez entre Núñez Feijóo y el portavoz de En Marea, Luís Villares. El titular del Gobierno aprovechó su turno de respuesta para ningunearle y cuestionar su liderazgo al frente de En Marea, el primer grupo de la oposición. "No es portavoz ni de su partido", le soltó Feijóo, al tiempo que le recordó la escasa asistencia al plenario del pasado sábado, le espetó que de sus intervenciones se "avergüenzan" los demás miembros de su formación y le instó, aunque dudó de que pueda hacerlo, a "tomar alguna decisión para devolver la dignidad al Parlamento" en relación con la diputada de En Marea Paula Quinteiro, implicada e identificada, según el atestado policial, en un altercado entre un grupo de jóvenes y agentes de la policía en el marco de un control nocturno por vandalismo en Santiago

El informe policial, Quinteiro formaba parte de un grupo de jóvenes que fue interceptado por los agentes después de que un vecino denunciase la rotura de varios espejos retrovisores de los coches estacionados en una calle. Uno de lo jóvenes llegó a gritar "policía, hijos de puta". Tras llegar refuerzos, se intentó identificar a una de las personas que iban en el grupo, lo que originó la disputa.

Según el atestado, se pidió al joven "que se mostraba más agresivo y que anteriormente había insultado y hecho una peineta" a los agentes que se identificase y la diputada, que acudió hasta el lugar "llamada" por el chico, "se interpuso exhibiendo una tarjeta parlamentaria, tratando de impedir la identificación y dificultando en todo momento la intervención de la Policía".

Sin embargo, la diputada, inscrita en Podemos y de la corriente Anticapitalista, niega rotundamente esta versión y asegura que uno de los policías actuó "de forma desmedida y fue violento" e, incluso, llegó a dejar en el suelo al chico. Añadió que su única intención fue la de "mediar" e intentar calmar la situación.

En este contexto, Feijóo conminó a Luís Villares a responder sobre el comportamiento de Quinteiro y aprovechó para soltarle que ni los diputados de la Cámara gallega ni los de Madrid "le toman en serio" como portavoz de En Marea, por lo que puso en duda su capacidad real de decisión. "Se cree que es portavoz de la mayoría de un pueblo y no lo es ni de su partido", comentó. Así, aludió al último plenario de En Marea e ironizó con que debe ser "muy duro" que "de 2.500 inscritos acudan 250". "Imagínese que el PPdeG convoca, me viene el 10% y ni siquiera acuden los diputados de la Cámara", dijo con sarcasmo.

Villares, por su parte, no hizo alusión alguna a Quinteiro, pero replicó con contundencia. "Es una sesión de control al presidente; no se esconda tras sus propias preguntas", dijo, para acto seguido preguntarle: "¿Qué delegado del Gobierno le pasó información de sus fotos con Marcial Dorado?".

El dirigente de En Marea rememoró así una cuestión que Feijóo reconoció en su entrevista en Salvados y también aprovechó para afearle que "menosprecie" a los periodistas gallegos que le preguntan al respecto y reciben como respuesta que "cuando tengan un programa en La Sexta, igual" el jefe del Ejecutivo les responde. "¿Tan frágil tiene la memoria que no puede contestar?", inquirió.

En el cara a cara con el portavoz del PSdeG, el presidente de la Xunta defendió que él es partidario "de subir más" las pensiones bajas y las de viudedad, por encima del 0,25%, pero insistió en que para ello resulta clave la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, y ha afeado la actitud de los socialistas al respecto. Previamente, Leiceaga había acusado a Feijóo de aplicar "un impuesto a los mayores no declarado" al "abocarlos a las residencias privadas mientras suben los precios y baja el poder adquisitivo" de las pensiones.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, quiso saber cómo responderá Xunta ante las movilizaciones sociales de pensionistas, personal sanitario o de las mujeres. "La democracia es más que votar cada cuatro años. Los gallegos no le dieron un cheque en blanco para que hacer lo que le da la gana", le espetó Pontón, a lo que Feijóo respondió que escucha "todos los clamores sociales", pero que también "respeta" a la "mayoría que no sale a la calle".

Las protestas contra la presidencia del Parlamento las protagonizó ayer el PP, al molestarse porque Miguel Santalices aceptó dos documentos del PSOE y del BNG con datos oficiales que supuestamente desmentían las cifras sobre mujeres en paro y la cuantía de las pensiones gallegas que previamente Feijóo había utilizado en el debate.