Los diputados de Podemos en las Cortes y en el Parlamento gallego podrán hacer balance de su gestión "ante los electores de En Marea en asambleas ciudadanas abiertas al público como ya lo han hecho en el pasado, o ante las Mareas locales, pero no ante los cuadros del partido En Marea". Así respondían ayer desde la formación morada en Galicia a Xosé Manuel Beiras, quien el sábado advirtió de "medidas disciplinarias" si se niegan a rendir cuentas ante la coordinadora de En Marea. Precisamente, el Plenario de esta organización acordó el sábado articular un mecanismo de coordinación en concreto de los diputados en Madrid y dejaba claro que la línea política de estos parlamentarios la marca En Marea.

Desde Podemos explican que sus diputados sólo tienen un carné, el de Podemos, y entonces no tienen por qué ir a reuniones de otros partidos. Garantizan lealtad con los grupos parlamentarios de En Marea, pero rechazan ser dirigidos por otro partido que no es el suyo. Dos de los cinco diputados de En Marea en el Congreso son de Podemos (Antón Gómez Reino y Angela Rodríguez). Y en O Hórreo, siete de los 14 parlamentarios son de Podemos, pero no todos de la línea oficial.

Podemos subraya que su compromiso en 2006 fue respaldar la creación de un partido instrumental, En Marea, para concurrir a las elecciones autonómicas, y lamenta que ahora una parte intente que En Marea sea algo más que un partido instrumental. También recuerdan que Podemos no formó ni forma parte del partido En Marea, aunque sus militantes hayan concurrido bajo su marca a las elecciones.

"Cualquiera que diga que no es de En Marea siendo diputado por En Marea está estafando a los ciudadanos que lo eligieron", aseveró el sábado Beiras, quien además lamentó que "no se puede luchar contra la casta si hay casta dentro".

En Marea llegó el sábado a su III Plenario con el frente abierto ante el plante de los regidores de Santiago, A Coruña y Ferrol, que no fueron al cónclave por rechazar cualquier injerencia de En Marea de cara a las elecciones municipales. Beiras irrumpió para arropar al portavoz Luís Villares y provocó otro fuego, aunque desde hace tiempo las relaciones con Podemos son muy tensas, a cuenta de la cuestión catalana. Beiras apoyó a la CUP en los comicios, y no a Podemos, que defiende el derecho a decidir pero no la independencia. Así no es casual que el pasado 10 de marzo cuando Pablo Iglesias anunció la consulta a las bases sobre las alianzas para los comicios municipales y europeos apostara por ir "en confluencia con las fuerzas políticas hermanadas", y entoncés citó IU, Equo y Catalunya en Comú-Podem, pero no En Marea. "Podemos es el principal significante del cambio y el nombre de Podemos debe estar visible en todos los procesos electorales en que nos presentemos", afirmó Pablo Iglesias, aunque ya admitió excepciones en los ayuntamientos donde existan marcas consolidadas gobernando.

Podemos quiere recuperar terreno en Galicia, no quiere ser fagocitado por En Marea y exige que su marca y su gente formen parte de las candidaturas de las mareas locales que todavía no han tocado poder.