En el año 2014 la Consellería de Educación estableció el primer protocolo para controlar el absentismo escolar en todos los colegios e institutos de Galicia fijando la ausencia a clase sin justificación durante el 10% del horario lectivo mensual -el equivalente a dos días completos- como motivo de alerta roja y apertura de un expediente por absentismo grave. Desde entonces, estos episodios se han disparado un 60%, gracias al control generalizado en las aulas gallegas aplicando los mismos baremos y siguiendo los mismos pasos. Hace cuatro años -curso 2014-15- se investigaron 234 casos en 192 concellos, mientras que el curso pasado la cifra alcanzó los 376. En 2015-2016 se registraron 318.

El incremento de estos casos es atribuido por el departamento de Román Rodríguez al protocolo puesto en marcha hace cuatro años, es decir, no a que se produzca más absentismo grave, sino que se vigila mejor. "Los centros [educativos] disponen de unas pautas específicas a seguir en cada caso, lo que permite un control riguroso del absentismo que antes no existía", exponen fuentes de la Consellería de Educación.

A pesar de que los expedientes se han disparado en tres cursos a una media de casi quince más al mes, la cifra apenas representa el 1,16% del alumnado en Galicia.

Sin perfil

Educación evita ofrecer un perfil de los casos de ausencias prolongadas a las clases obligatorias -desde los 6 hasta los 16 años-. Cada caso es un mundo, con sus propias circunstancias y matices y con la necesidad de extremar el cuidado al tratarse de menores.

Aun así, los padres o tutores se exponen incluso a ser juzgados si no ponen coto a las ausencias habituales a la cita diaria con los pupitres. El protocolo educativo establece varias etapas antes de llegar al extremo de derivar el expediente a la Fiscalía de Menores.

El profesor comunicará las faltas a clase a los familiares en los cinco primeros días del mes siguiente, información que ahora también se ofrece a través del programa Abalar. Si esas ausencias superan la barrera del 10% del horario lectivo -dos jornadas completas- se inicia la apertura de un expediente por absentismo grave. El jefe de estudios del centro convoca a una reunión a los padres o tutores. Si se soluciona el problema -existe explicación para la ausencia, por ejemplo, o se descarta incurrir de nuevo en las ausencias-, se paraliza el expediente, situación que se produce mayoritariamente.

Fiscalía

En caso de no "reconducir la situación", según el protocolo de Educación, se comunicará el conflicto a la Inspección Educativa y también puede intervenir el servicio de Menores de la Consellería de Política Social. En último caso, ante desamparo del menor, falta de recursos o problemas de drogas, por ejemplo, la Xunta deriva el expediente a la Fiscalía de Menores, que decide cómo intervenir. Hace cuatro años, denunció a una madre de Vigo por las ausencias reiteradas a clase de su hijo sin que tuviesen justificación. Precisamente en el curso 2014-15, 94 de los 234 abiertos fueron derivados al ámbito judicial.

Fuentes de la Consellería de Educación destacan que la lucha contra el absentismo es una de sus líneas de actuación prioritarias y que durante el curso 2015-16 las ausencias de alumnos en las aulas de la comunidad se redujeron en más de un 20% en casi siete de cada diez centros de Educación Secundaria y en el 40% de los de Educación Infantil y Primaria.