María José, de 54 años, fue despedida hace años por una baja maternal, y el jueves parará con sus compañeras de trabajo. Su amiga Ana se manifiesta porque quiere "una sociedad en la que la mujer pueda pasear sola de noche por la ciudad, y vestirse como quiera, sin temor a que le llamen puta". Antía, universitaria en A Coruña, clama por "una educación en igualdad" porque es monitora y tiene a su cargo a niñas de 12-13 años que "han leído y visto 50 Sombras de Grey y justifican esa relación de sometimiento porque la chica está enamorada, aguanta y al final logra a cambiar el chico". Su colega Andrea apunta que "el control del hombre sobre la mujer se normalizó con las redes sociales" . Rosa, que ya está jubilada, participa pensando en las más jóvenes: "No puede ser que solo por ser mujeres cobren menos y no tengan acceso a puestos de responsabilidad cuando se han formado igual que los hombres". Jesús viajó desde Lugo a Vigo con su mujer y sus dos hijos: "Estoy aquí porque es una reivindicación justa". Julio, que acude a la manifestación con su compañera, aplaude que las mujeres alcen su voz, pero discrepa de que el jueves la huelga solo sea para ellas: "Tendrían más fuerza si los hombres que creemos en vosotras, nos unimos. No es vuestra causa, es nuestra causa".

Unas quince mil personas llenaron ayer las calles de Vigo para exigir "un mundo más igualitario y justo". Quiso ser "una demostración de fuerza de las gallegas" en las vísperas del 8-M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en el que las mujeres están convocadas una huelga laboral, educativa, de consumo y de cuidados. No solo en Galicia yEspaña. Es una iniciativa a nivel mundial para "recuperar el espíritu crítico del 8-M, rescatar este día para la lucha feminista, después de años de mera conmemoración".

La del jueves será la primera huelga feminista, pero no la última. Habrá más si no se aprueba una reforma laboral que erradique "la brecha salarial, la precariedad, el techo de cristal y la feminización de la pobreza". El manifiesto que puso fin a la marcha concluía así: "Mulleres, compañeiras: a revolución será feminista ou non será. Hoxe e sempre: abaixo o patriarcado capitalista e colonial".

A la manifestación acudieron los líderes de los partidos de la oposición y en ella se escucharon consignas varias: "Ni criadas ni esclavas, mujeres liberadas", "Feminismo para vivir", "Sin libertad no hay igualdad", "Cuidado machista que estás en nuestra lista" o "Contra todo agresor, la manada somos nosotras".