El crecimiento urbanístico mal planificado ha llevado a construir prácticamente encima de ríos y demasiado pegado a la costa. A esto se suma el cambio climático que está incrementando los episodios extremos de lluvias, lo que eleva el riesgo de inundaciones. Por esta razón, la Xunta advierte en sus Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) que en los planes municipales tienen que "diseñarse y priorizarse las actuaciones orientadas a minimizar estos peligros". Para ello, la Xunta ha identificado las zonas con riesgo de crecidas, no solo en la Confederación Galicia-Costa, que es la cuenca de competencia autonómica, sino también en la del Miño-Sil, que gestiona el Estado. Las áreas susceptibles de sufrir el desbordamiento de ríos o del mar suman 1.163 kilómetros y se concentran en más de la mitad de los ayuntamientos gallegos (175). La población que podría verse afectada por residir en estas zonas de crecida asciende a casi 70.000 gallegos.
Así lo recoge el último informe de seguimiento de las Directrices de Ordenación del Territorio. Un millar de kilómetros podrían sufrir anegamientos por situarse cerca del cauce de los ríos y otros 161 kilómetros por estar demasiado pegados al litoral. De los 175 concellos que sufren riesgo de crecidas, 42 son de la provincia de Pontevedra.
El peligro se redobla en 31 ayuntamientos del litoral, que están en zonas donde podrían producirse desbordamientos por causa del mar y en las que también existe amenaza de anegamientos por el paso de ríos. En la provincia de Pontevedra es el caso de Baiona, Gondomar, Nigrán, Vigo, O Grove y Vilanova.
En A Guarda existe riesgo de inundación, pero solo por fenómenos costeros. Y hay otros 35 ayuntamientos pontevedreses donde los ríos podrían causar anegamientos, según los datos de la Xunta.
Vigo es el ayuntamiento gallego con más kilómetros amenazados por la crecida del mar (27,4 km), seguido de los concellos lucenses de Viveiro (11,3 km) y Cervo (11 km) y el pontevedrés de Nigrán (10,4 km).
En cuanto a los ríos el municipio de Galicia más susceptible de sufrir desbordamientos es Monforte de Lemos puesto que tiene 43,6 kilómetros de áreas potencialmente peligrosas. Los concellos de Lugo, Castro de Rei y Cospeito, le siguen.
El principal problema es que en estas zonas de riesgo residen 68.129 personas, que sufrirían de primera mano los efectos de las crecidas. La población que vive en áreas con peligro de desbordamiento de ríos asciende a 56.591 habitantes, mientras que las inundaciones provocadas por el mar podrían perjudicar a 11.538 vecinos.
El municipio coruñés de Betanzos es el concello gallego con mayor número de habitantes residentes en zonas de riesgo de inundaciones. Un total de 7.884 viven en áreas de crecidas de ríos y otros 3.185 en zonas con posibles anegamientos por el mar.
El segundo concello más afectado por los desbordamientos fluviales es Ourense (7.884 personas), seguido de Monforte de Lemos (3.434), Lugo (3.321) y O Barco de Valdeorras (3.116).
Planes de actuación
Los ayuntamientos gallegos con riesgo de inundaciones están obligados a aprobar planes de actuación para proteger las zonas más vulnerables, alertar a la población y coordinarse con la administración autonómica. En junio de 2016 la Xunta instó a 33 municipios a impulsar esta planificación, pero año y medio después aún quedan 26 rezagados. En Pontevedra aún lo tienen pendiente Pontecesures, Valga, Catoira, Cambados,Vilanova de Arousa, Pontevedra, Baiona, Vilagarcía de Arousa, Cangas y Sanxenxo.
De hecho, en el último año la Comisión Galega de Protección Civil solo homologó el plan de Bergondo. Siguen en tramitación, pendiente de correcciones, los de A Pontenova, Riotorto, O Grove y Coirós.
