Una semana más el boletín de vigilancia epidemiológica de la gripe sigue sumando víctimas. En los últimos siete días analizados se registraron 23 fallecimientos con la patología diagnosticada, lo que supone que ya son 160 los acumulados desde el inicio de la temporada. El año pasado, cuando habían ascendido a 136, ya se había batido un récord con respecto a este registro.

Otro récord se produce en las hospitalizaciones, que se elevan ya desde el pasado de octubre, cuando se empieza a contar la nueva temporada, un total de 2.800, el doble que un año atrás.

Tendencia "decreciente"

Estas estadísticas, fechadas a 18 de este mes, se producen en un contexto que el Sergas define como de intensidad baja y tendencia “decreciente”.

La mayoría de los diagnósticos son del virus de la gripe B. Como hasta ahora, nueve de cada diez pacientes ingresados tenían indicada la vacuna y la mitad de ellos no se la había puesto y entre los fallecidos todos ellos la precisaban y sin embargo en 70 casos no la habían recibido.