La huelga obligó ayer a suspender el juicio contra el alcalde de Barreiros (Lugo), Alfonso Fuente Parga, cinco concejales y la arquitecta por la gestión urbanística de este concello costero que en el año 2006 concedió licencias para construir 3.000 nuevas viviendas cuando la población del municipio apenas llega a los 3.000 habitantes. Están acusados de prevaricación urbanística por la supuesta concesión irregular de permisos de construcción.

Además de Fuente Parga, se procesa a los cinco concejales que componían la junta de gobierno en 2006. La concesión de las licencias se produjo pese a la advertencia de la Xunta, en aquel momento gobernada por el bipartito, sobre unos terrenos calificados como no urbanos y que no contaban con los servicios básicos, como abastecimiento de agua o suministro eléctrico.