El hijo de Carmen Franco, Francis Franco, declaró ayer a Abc que "el pazo no está todavía a la venta, pero lo estará". Y las reacciones a este último órdago de los herederos del dictador no se han hecho de esperar. El malestar tras años de continuas denuncias por los incumplimientos del régimen de visitas a este Bien de Interés Cultural y de su decisión de encomendar la gestión de los itinerarios a la Fundación Franco para que exaltase la "grandeza" del dictador han dado fuerzas a las demandas de su devolución gratuita. El Ayuntamiento de Sada, donde gobierna Sadamaioría, BNG y PSOE, ha solicitado a la Xunta la convocatoria "extraordinaria y urgente" de la comisión de expertos sobre el pazo de Meirás para evaluar las posibles alternativas que permitan quepase al patrimonio público. El edil de Urbanismo, Francisco Montouto, urge a "acelerar y concluir un análisis jurídico de alternativas". "La situación no admite dilaciones ni demoras", advirtió". El Concello de Sada, Esquerda Unida y En Marea criticaron ayer la falta de respuesta del Gobierno gallego y reprobaron su "pasividad cómplice con los intereses económicos de los herederos de Franco". Todos los grupos de la oposición recordaron que se trata de una propiedad obtenida mediante la extorsión y el expolio". Esquerda Unida ha pedido la paralización de la venta y denuncia lo que considera una "mofa" y una "venta ilegítima del patrimonio robado". En la misma línea, En Marea insta al Gobierno del PP a "mojarse de una vez" y actuar para evitar la venta de "un pazo obtenido por Franco a punta de pistola".