El PP sube una marcha en la larga precampaña que se desarrolla de cara a las elecciones municipales y evidencia las claves de su estrategia. Atacar a las mareas, denunciando presuntos tratos de favor a simpatizantes, y desdeñar a Ciudadanos, a los que se refirió de forma implícita, pero sin citar sus siglas o referentes, afeándoles su escasa preocupación por Galicia. "Consiguieron transformar en tiempo récord la ilusión en decepción. Ese será su legado en la historia de la política municipal en Galicia", proclamó ayer sobre los primeros el líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ante mil cargos locales en una cita en Santiago.

Las municipales de 2015 supusieron un golpe para el PP, que a pesar de lograr 165 alcaldías y ser la fuerza más votada con el 36% de los sufragios, pero perdió nueve puntos y, sobre todo, una enorme cuota de poder: dos diputaciones y las tres alcaldías urbanas de A Coruña, que alcanzaron las mareas, si bien el PP partía de un resultado récord en las elecciones de 2011. Ese símbolo de la izquierda rupturista concentra la batalla simbólica de las municipales del año próximo. Marcará la capacidad de resistencia de esas nuevas fuerzas y la recuperación del PP.

Feijóo conminó a los suyos a ir puerta por puerta para demostrar que "el PP es el partido que más se parece a Galicia"; que "no llegan a aprender" a la acción pública; y que tomaron nota del varapalo de 2015 con una renovación interna que afectó a tres presidencias provinciales del partido o a la portavocía. A pesar de ello, el partido ha ido aplazando la fecha para anunciar sus candidatos a las alcaldías de las siete ciudades.

Feijóo pasó de puntillas sobre el contexto de hace tres años y solo reconoció que "influyeron muchos factores externos", como la dimisión de dos alcaldes del PP en Santiago por procesos judiciales o las investigaciones judiciales a cargos del consistorio coruñés de Carlos Negreira, al igual que sucedió con formaciones como el PSdeG en otros municipios.

Las mareas contaban, según Feijóo, con el beneficio de la duda de los recién llegados, algo que han perdido tras tres años de gestión. "No habrá partidos que se presentan por primera vez y que su cartel sea la novedad. Ahora ya los conocen y los defraudaron", declaró sobre formaciones como Marea Atlántica, Compostela Aberta o Ferrol en Común. Ahí aprovechó para extender esa supuesta decepción a PSdeG y BNG por su "apoyo imprescindible" para la investidura de los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol. "Vendehumos" los definió.

"Para esos partidos, un país más justo es un país mejor para sus familiares, amigos y militantes", clamó Feijóo en alusión a las mareas y al polémico concurso público en A Coruña por el que el concello compró un piso a un firmante de la Marea Atlántica. También los acusó de paralizar la gestión, aunque es Ourense, única urbe gobernada por el PP tampoco ha conseguido aprobar sus presupuestos este mandato y continúa con los de 2014 -gobernaban PSdeG y BNG- prorrogados.

Ciudadanos y la respuesta de Feijóo al despegue de estos en las encuestas se asemeja a un dejà vu, pues en 2015 también llegaban en buena forma, pero sin caras conocidas, como ahora. En sus dardos a la oposición, fueron los únicos a los que no citó. "Frente a la Galicia de las taifas el PSOE o de lo que queda de él, de la paralizada de las mareas en la que el único crecimiento que entienden es el de sus amigos, la irreal del BNG en la que o el carné de gallego está reservado exclusivamente a sus militantes o el no a Galicia de quienes no nos escuchan ni nos entienden ni nada proponen que nos beneficie, nosotros no separamos los pies de la tierra", trazó antes de recordar la mejora económica tras los duros años de la crisis. Aun así, pidió a los suyos huir de la "autocomplacencia".

Finalmente, también se refirió a la negociación de Podemos y Ciudadanos para reformar la ley electoral y el método de asignación de escaños. "Quieren que con menos votos conseguir más escaños", resumió Feijóo. "Nunca van a lograr un sistema que pueda callar la voz democrática", aseguró.