TPor sexto año consecutivo, las arcas de las administraciones locales no cerrarán en números rojos. Con más ingresos que gastos, el saldo de los concellos es positivo y sin embargo, para desesperación de los alcaldes, apenas pueden tocar los ahorros que tienen en los bancos. Los ayuntamientos gallegos cerraron 2016 con 481,7 millones de superávit acumulado, el llamado remanente de Tesorería para gastos generales ajustado, lo que supone un aumento del 24% respecto al ejercicio anterior, según los datos de la liquidación definitiva de los presupuestos de las entidades locales publicados por el Ministerio de Hacienda. El incremento alcanzado en Galicia está unas décimas por encima del registrado en el conjunto del país (23,6%), que pasó de poco más de 6.500 millones de saldo en 2015 a más de 8.100 millones al año siguiente.

Aunque aún no está cerrado el balance de 2017, el presidente de la Federación Española de Municipios y_Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha avanzado que el superávit de ayuntamientos y diputaciones el año pasado en España superará los 5.000 millones. Tras continuas llamadas al Gobierno central para que levante las restricciones a la hora de gastar su superávit, Caballero advirtió esta semana al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de que si no permite reinvertir los ahorros de ayuntamientos y diputaciones tomarán "más acciones y más potentes este mismo mes".

"La paciencia se nos agotó; no nos podemos quedar de brazos cruzados. Queremos invertir esos recursos en favor de los ciudadanos de cada territorio, pero las leyes en vigor n nos lo permiten", censura el presidente de la FEMP. Y es que la falta de presupuestos del Estado, que habilitaría para hacerlo, hace necesario, según apunta Caballero, que se elabore una ley específica que permita destinar esa inversión a política sociales, de empleo y obra pública. Además, las medidas de contención de gasto aprobadas por el Gobierno central en plena crisis (2011), que regulan las inversiones y las contrataciones, también impiden a las administraciones locales disponer libremente de sus ingresos y puedan reinvertirlos en políticas sociales.

Hacienda tan solo permite a los ayuntamientos que cumplen la regla de gasto destinar sus ahorros a las llamadas "inversiones financieramente sostenibles (IFS)". Ahora bien, las restricciones son tales que en la práctica apenas reinvierten una cuarta parte de su superávit, lo que ha llevado a las administraciones locales a definir esta situación como "el corralito de Montoro".

Los ayuntamientos lamentan que sean "castigados" pese a aportar en torno a 0,6 puntos al PIB, en consecuencia, cumplir con el techo de gasto y el criterio de deuda . Tras acusar a Montoro de "castigar a los cumplidores y premiar a los incumplidores, la FEMP reclama con urgencia que Hacienda no impida a los ayuntamientos utilizar sus ahorros en beneficio de los ciudadanos.

En Galicia, los ayuntamientos cerraron 2016 con unos ingresos de 2.293,9 7 millones de euros -111 millones más de lo previsto, lo que supone un 5% más-, frente a unos gastos de 2.128,46 millones -9 millones menos que lo programado inicialmente (-0,4%). La diferencia entre ingresos y gastos deja un saldo en los consistorios gallegos de más de 165 millones de euros. Y en el apartado de obligaciones, se recortó en el presupuesto inicial de personal en casi 32 millones, al pasar de 867,14 millones programados a los 835,5 que se gastaron los concellos en nóminas. En inversiones, finalmente también hubo una tendencia a la baja en 2016, según las liquidaciones definitivas de presupuestos: los ayuntamientos gallegos preveían gastar 281,4 millones y finalmente fueron 279,69.

Con esta radiografía financiera de las administraciones locales gallegas, el capítulo de remanente de Tesorería para gastos generales se cerró en 2016 con unos ahorros acumulados de los últimos seis años de más de 481 millones de euros -casi 145,8 millones corresponden al superávit de las urbes-, en conjunto casi 93 millones más que el ejercicio anterior.

De las cuatro provincias gallegas, A_Coruña y Pontevedra copan el grueso del remanente de Tesorería, con 139,2 millones y 160,84 millones, respectivamente. Les siguen a distancia los ahorros logrados en los concellos ourensanos (100,7 millones) y, finalmente los municipios lucenses (poco más de 81 millones). Estos últimos son la excepción, ya que registaron un leve descenso respecto a los ahorros acumulados un año atrás -unos 25.000 euros menos-. Por el contario, el mayor repunte en un año lo protagonizaron las arcas municipales en la provincia de A_Coruña (+39,2%), seguidas de los concellos pontevedreses (+29,2%) y los ourensanos (+20,9%).De las cuatro provincias gallegas, A_Coruña y Pontevedra copan el grueso de los ahorros