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La maternidad tardía incide en que uno de cada cinco embarazos sean de riesgo

La mayor edad favorece la aparición de complicaciones durante la gestación -También influye la obesidad o tratamientos de fertilidad -Un 12% de las embarazadas fuma

Imagen de archivo de la Unidad de Neonatología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. // R. Grobas

Una mujer de 40 años, sana, que se cuide bien, que esté bien de peso, que no haya fumado, puede tener un embarazo totalmente normal, explica José Luis Doval, jefe de Ginecología y Obstetricia del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. No obstante, concede que la edad "favorece" la aparición de patologías durante la gestación que pueden acarrear complicaciones y que ahí reside una de las explicaciones de que el 20% de los embarazos en Galicia sean de riesgo. Hay que tener en cuenta que los datos recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) revelan que los nacimientos de gallegas que tienen su primer hijo con más de 39 años multiplican por diez los de dos décadas atrás y los de madres con 35 o más son el triple que entonces y suponen el 10% del total.

La edad por sí misma no constituye un factor de riesgo, explica Doval. Pero el hecho de que uno de cada cinco embarazos sea de riesgo (una proporción que le parece "totalmente normal" y que se ajusta a los casos que atiende su departamento) está en parte vinculado a ese factor. "Estamos teniendo hijos con edades muy elevadas", señala, lo que "favorece" que aparezcan situaciones como la hipertensión o de diabetes gestacional que lo convierten en embarazo de riesgo. Además a esas edades ya puede haber patologías preexistentes que condicionan que se pueda dar ese caso.

También influye la obesidad, señala. "Tenemos un porcentaje altísimo de mujeres obesas", apunta Doval. La Xunta la ha medido y afecta a al 8,9 por ciento de las mujeres de 18 a 44 años, un punto menos entre las que se quedaron embarazadas y respondieron a la encuesta específica que realizó entre 6.436 gallegas mayores de 18 años que fueron madres entre el 1 de septiembre de 2015 y el 31 de agosto de 2016. Esa encuesta, difundida ayer, es la que revela que un 20,4% de las mujeres declararon que su médico les había dicho que su embarazo era de riesgo. Al 27 por ciento le recomendaron que guardase reposo en algún momento de la gestación y de las que siguieron el consejo, dos de cada tres lo hicieron durante más de un mes. A un 10,7% de las embarazadas se les diagnosticó diabetes gestacional.

Asimismo, los datos recopilados por la Xunta permiten situar la edad media del parto en los 33,4 años, aunque las madres que daban a luz por primera vez tenían dos años menos de media. La encuesta de Sanidade confirma el dato que recoge el IGE: el 10% tenían 40 años o más en el parto. En 1976, las gallegas tenían su primer hijo a los 24 años.

Pero hay más factores para embarazos de riesgo. Añade Doval por ejemplo que hoy en día existe un porcentaje alto de técnicas de reproducción asistida, que suelen ir asociadas a mujeres con más de 40 años. Y a mayor edad, añade, "más riesgo de que se produzcan alteraciones cromosómicas", que en muchos casos, afirman, condicionan situaciones de riesgo. Por otro lado, los embarazos múltiples se consideran de riesgo. Esa condición implica que la mujer presenta algún problema médico que supone un riesgo para la madre y/o para el feto.

En el protocolo que tiene publicado la Xunta se establece entre los factores de riesgo a valorar el caso de embarazos en menores de 16 años y en mayores de 39 años o con hábitos de tabaquismo, entre otros.

En lo que respecta a esos hábitos poco saludables, la mayoría de las mujeres que los tiene hacer un esfuerzo para superarlos antes de quedarse embarazada. Al menos hasta que da a luz porque después en algún caso vuelve a reincidir, aunque menos, como revela la encuesta del Sergas. Ocurre con el tabaco, el alcohol y, de forma más testimonial, con el cannabis.

En lo referente al tabaco, declararon fumar en los seis meses anteriores al embarazo, de forma diaria u ocasional, casi el 28% de las mujeres, porcentaje que se rebaja a más de la mitad, hasta menos del 12 por ciento, durante el embarazo, fruto de la intención de cuidarse. En el momento de la encuesta, realizada cuando los niños tenían entre 3 y 16 meses de edad según el caso, ya habían vuelto al hábito más del 17 por ciento.

En relación al consumo de cannabis, la tendencia, apunta el análisis del Sergas, es "similar". La prevalencia de consumo en los 6 meses anteriores es del 5%, baja hasta el 0,7% en el embarazo y en el momento de responder al cuestionario estaría en el 1,4%.

La relación con el alcohol es la que más intentan limitar las futuras madres. La prevalencia del consumo de bebidas alcohólicas (todos los días o a veces) es de casi un 54% medio año antes del embarazo, y durante la gestación pasa a ser del 2,7%. Tras el parto, el aumento en la ingestión de alcohol es "paulatino", explica el Sergas, y pasaba del 23% entre tres y cinco meses después de dar a luz al 35,2% a los 12-16 meses.

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