El 27 de agosto del pasado año, una granizada provocaba la rotura de ramas y hojas en viñedos, así como daños en la piel de las uvas y la caída de racimos. La Xunta habilitó una línea de ayudas para los agricultores afectados por los fenómenos climatológicos adversos y los propietarios de viñedos fueron algunos de los beneficiarios. Precisamente en este sector, y en lo que respecta a las hectáreas amparadas bajo el paraguas de alguna de las cinco denominaciones de origen gallegas, “aproximadamente” el 25 por ciento de los viñedos está asegurado.

Así lo trasladó hoy la Consellería de Medio Rural, que se ha puesto como meta aumentar las cifras, que en 2017 alcanzaron las 518 pólizas para uva para vinificación, con 1.906 hectáreas y 13 millones de kilogramos asegurados.

Este tema estuvo presente en el encuentro que la titular de Medio Rural, Ángeles Vázquez, mantuvo con los responsables de los consejos reguladores para escuchar de primera mano sus necesidades, según explica la Xunta en un comunicado. El Ejecutivo gallego aspira con esta reunión, a la que asistió también la directora xeral de Agricultura, Belén do Campo, a “reforzar” la relación con las denominaciones. La meta, recalcan desde el Ejecutivo autonómico, es “mantener una comunicación fluida con un sector tan importante para la comunidad como es el del vino, que solo a través de la vendimia mueve más de 209 millones de euros”, unas cifras que, añade Medio Rural, “se multiplican tras el paso de la uva por la industria”.

Demandas

Entre las demandas que, según la Xunta, trasladaron los portavoces está la de una simplificación administrativa para todos los procesos que implican al sector. La conselleira se comprometió a trabajar en esa línea y a hacerlo “de la mano de los consejos reguladores para facilitar su trabajo diario y favorecer la buena marcha de este ámbito”, afirman desde la Xunta. En ese sentido, se busca también que se modifiquen ciertos reglamentos o normas que afectan a los viticultores y bodegas de la comunidad a la hora de recibir ayudas, como puede ser el sistema de autorizaciones de plantaciones de viñedo o las aportaciones de promoción en terceros países. Sobre todo teniendo en cuenta que se trata, dice la Xunta, de la industria agroalimentaria más exportadora.

Ángeles Vázquez se comprometió en la reunión a desde su departamento luchar por “defender los intereses del sector”. “Porque somos conscientes de la labor que realizan los productores y las industrias vitivinícolas, no solo porque generan puestos de trabajo y riqueza en el rural, sino como vertebradores del territorio”, argumentó Vázquez.