Las memorias de verificación de los nuevos grados que se impartan en Galicia "deberán justificar la demanda basada en evidencias, los perfiles profesionales a cubrir y las competencias a desarrollar", según explican desde la Xunta. De hecho, en el desarrollo del título participarán agentes externos y la empleabilidad será analizada. Esa adaptación a la demanda de profesionales, en la que, por ejemplo se detecta un bajo número de vocaciones TIC, no debe ser un criterio limitante, defienden jóvenes galardonados por sus expedientes universitarios. Así, "configurar planes de estudio enfocados al largo plazo, que fomenten el espíritu crítico y atiendan las necesidades sociales más allá de las demandas del mercado" es una de las propuestas que integran el "Decálogo" de La Facultad Invisible.
Esta asociación, cuyo núcleo fundacional está formado por galardonados con el Premio Nacional de Fin de Carrera -siete miembros del equipo residen en la actualidad en Galicia-, nació para "trabajar por la mejora de la universidad pública española", cuya "misión social" reivindican, y para ello elaboraron un "diagnóstico" que reúne los que consideran los "principales problemas" que "aquejan" a una institución que en la actualidad ven "convaleciente".
El "Decálogo" contempla también la necesidad de "formación pedagógica inicial y continuada del profesorado" y, frente a la fuga de talentos, sugiere la "selección, y posterior retención con incentivos, del personal docente e investigador más cualificado", no solo nacional, sino también extranjero.
Asimismo, estos jóvenes, que ven la universidad pública como "uno de los pilares del Estado de bienestar" y "clave para el desarrollo económico y social", urgen a incrementar los presupuestos de educación para dotar de medios "suficientes" a una investigación y a una docencia "de calidad", pero también para financiar un sistema de becas que sea "garante de la igualdad de oportunidades".
Más autonomía
Otros puntos de su Decálogo, que, avisan, es "un punto de partida", inciden en el "refuerzo de la autonomía universitaria", la necesidad de un modelo burocrático "más eficiente" o que se corrija el diseño de la carrera académica para "mitigar" su "inestabilidad". Además, apelan a una mayor divulgación de la actividad científica para "concienciar" a la sociedad de su "relevancia" y a la transferencia efectiva de sus resultados.
