La tarta de la obra pública sabe a poco en Galicia. Los continuos tijeretazos de las administraciones a las inversiones en edificaciones e infraestructuras civiles han colocado en mínimos históricos los proyectos sacados a concurso el año pasado en la comunidad. Poco más de 612 millones licitaron en 2017 Xunta, Estado, concellos y diputaciones, lo que supone casi 1,7 millones al día, un 19% menos que la media nacional y casi la quinta parte de los ingresos que iban a parar a las arcas de las constructoras en 2008, año en el que estalló la crisis del ladrillo, según el balance que acaba de publicar la Federación Gallega de la Construcción. En solo un año los contratos públicos en la comunidad cayeron un 37,4%, con un desplome en las licitaciones que se traduce en 365 millones menos.

Solo Galicia y otras dos comunidades autónomas recortaron el año pasado los concursos de obra pública. En la comunidad gallega el descenso supera el 37%, frente al aumento registrado en el conjunto del país de casi un 40%% pasó de 12.800 millones en 2016 a poco más de 9.300 en 2017. En números rojos cerraron también el año pasado La Rioja (-31,7%) y Asturias (-22%), según datos de la patronal de la construcción Seopan. En el extremo opuesto de la tabla están Cantabria y Navarra, con un repunte de la licitación pública superior al 200%. Destaca también la inyección inversora en País Vasco (85,3%) y Aragón (83,5%). Y en cifras absolutas están a la cabeza Cataluña (más de 2.000 millones de euros, el 16,2% de toda la tarta de obra pública en España) y Madrid (1.908 millones, el 14,9%).

Lejos queda ya el bocado de casi el 10% que metió durante años Galicia a los contratos de obra pública, situándose por debajo del 5% que supuso el año pasado en las inversiones de toda España.

Detrás del balance en negativo del año pasado en Galicia está el desplome de la licitación de obra pública por parte del Gobierno central, con poco más de 114 millones de euros licitados frente a los más de 495 millones del ejercicio anterior (casi un 77% menos), según el informe de 2017 de la Federación Gallega de la Construcción. Si se compara con 2008, el tijeretazo del Estado en la comunidad es todavía mayor. Entonces el Ejecutivo central sacó a concurso en la comunidad obras por más de 1.300 millones de euros, lo que se traduce en un recorte en diez años del 90%.